vitoria. Las familias alavesas que han manifestado sus sospechas por posibles casos de niños robados serán sometidos, si así lo desean, a pruebas de ADN. Un laboratorio con el que ha contactado la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) se desplazará durante las próximas semanas a Vitoria para tomar muestras de los denunciantes.
Los tests se practicarán a las madres de los bebés que supuestamente fallecieron, y en caso de no seguir vivas, serán los propios hermanos los que se sometan a las pruebas, que tienen un coste aproximado de 138 euros. Los datos recopilados pasarán a formar parte del banco de ADN que ha creado Anadir de cara a futuras actuaciones que pudieran llevarse a cabo, como la exhumación de los fetos enterrados en el cementerio de Santa Isabel, a donde fueron a parar la mayor parte de los niños que fallecieron durante los años que se investigan ahora, desde 1955 hasta 1977.
Buena parte de ellos se enterraron en la fosa común que había junto a la tapia de la calle San Roque, el lado que da al centro comercial de El Boulevard. Sin embargo, hace aproximadamente diez años las tumbas desaparecieron y pasaron a convertirse en jardines. El Ayuntamiento investiga ahora el paradero de los restos, en torno a los cuales existe cierta confusión, tal y como quedó de manifiesto en la reunión que los afectados mantuvieron ayer en el centro cívico Aldabe, y en la que además de los representantes de Anadir, también estuvo presente el concejal de Servicios Sociales del Consistorio gasteiztarra, Peio López de Munain.
Hasta el momento ya son 32 las familias alavesas que tienen alguna sospecha en relación al presunto caso de los niños robados que se ha dado a conocer recientemente. La mayoría sitúan a la Clínica Arana, que en aquella época ejerció como la única maternidad pública en este territorio, como escenario de las supuestas adopciones irregulares, pero también hay gente que desconfía de la clínica San José y del Hospital Txagorritxu. En todos los casos, el relato de los hechos es muy similar: acudieron a dar a luz a alguno de estos centros hospitalarios y les dijeron que sus bebés habían nacido muertos o que habían fallecido pocas horas después. Una caja blanca de zapatos, donde supuestamente fueron enterrados, es lo único que mostraron a la mayoría de las familias cuando les dieron a conocer la noticia.
Anadir ha preparado ya un modelo de denuncia que ha entregado a los afectados con el fin de presentar una reclamación colectiva. Una vez rellenen todos los campos, la asociación será la encargada de llevarlas a Madrid para que así se sumen a las 260 denuncias presentadas el pasado 17 de enero en la Fiscalía General del Estado. "Hace años era impensable que nos hicieran caso, pero a estas alturas ya no vamos a tener miedo", aseguró Flor Díaz Carrasco, portavoz de Anadir, durante la reunión de ayer.