Vitoria. Acaba de arrancar marzo, tercer mes de 2011, y los sindicatos de la Policía Local de Vitoria no tienen todavía ni la más remota idea de lo que sucederá con el calendario laboral de la plantilla. Ayer tuvo lugar la última reunión entre los representantes laborales de los agentes y los representantes del Ayuntamiento de Vitoria para tratar este asunto, un encuentro que se saldó con ningún avance, ya que la Jefatura envió a un intermediario que tomó nota de las reclamaciones de los sindicalistas y no puso sobre la mesa propuesta alguna. Esta negociación en falso elevó la crispación de los portavoces de ELA, SIPLA y CCOO, que ya acudían a la entrevista con un elevado grado de tensión frente a la Jefatura. Visto lo ocurrido, todas las posibilidades están abiertas y es posible que los agentes cuenten con un calendario laboral prorrogado, tal y como reclaman los sindicatos o que la jefatura, a través del Ayuntamiento, imponga por decreto un modelo basado en la flexibilidad no remunerada.
Las posiciones de ambas partes están, como desde hace muchos meses ya, totalmente enfrentadas. Los sindicatos, que actúan de forma unánime en esta ocasión, reclaman al Consistorio que prorrogue un año más el calendario de 2010. Argumentan para ello que existe un sistema cíclico trianual que se cerraría en 2011 y que permitiría una negociación pausada y bien estructurada de cara al año siguiente. Por su parte, según indicaron los sindicatos, la Jefatura de la Policía Local propone la aprobación de un calendario que, si no se dispone de los refuerzos necesarios para cubrir un evento determinado -fiestas de La Blanca, Olarizu, Vuelta a España, actos de Navidad...-, le permita modificar a su voluntad los turnos y días libres de la plantilla. Una flexibilización a medida que no conllevaría contrapartidas económicas. El intermediario nombrado por la jefatura acudió ayer al encuentro con estos planteamientos, una propuesta que ya se dio a conocer el pasado 19 de febrero, por lo que la entrevista duró apenas 10 minutos.
Los sindicatos aseguran que la estrategia de la Jefatura de Aguirrelanda consiste en tratar de "colar" el capítulo de la flexibilización dentro del debate de los calendarios para que los representantes laborales de los agentes se vean obligados a negociar con el Departamento de Función Pública y no con ellos directamente. Sin embargo, los enlaces sindicales, que aseguraron ayer "no estar dispuestos a pasar por el aro", afirman que esta cuestión se incluye de lleno en el convenio, por lo que aseguran que "las espadas están en alto".