vitoria. Antonio Barroso es el protagonista de una de esas historias robadas a las pocas horas de vida. A sus 39 años se dio cuenta de que su vida era una mentira. "Me consta que en mi partida de nacimiento fue falsificada porque aparezco como hijo biológico, cuando, sé que no lo soy porque tengo pruebas suficientes". Un motivo que le llevó a fundar Anadir, con el objetivo de reunir a otros afectados por adopciones irregulares. Allí se ha dado cuenta que hay otros muchos como él, como los 110 asociados. Por eso, recomiendan a todas las personas que sospechen que puedan ser un niño robado que se pongan en contacto con ellos, para poder recibir todo tipo de asesoramiento, incluso legal, como el que proporciona el abogado de la misma.

Después de ponerse en contacto con Anadir, se pueden hacer unas averiguaciones por cuenta propia para saber si son hijos naturales o no. Por ejemplo, preguntar a amigos, vecinos, familiares o compañeros de trabajo de sus supuestos padres para que puedan contarles si sus madres estuvieron o no embarazadas o si hubo algo raro en sus familias en torno a la fecha de su nacimiento. Pero si lo que se quiere es obtener pistas más concretas, hay que dirigirse al Colegio de Notarios, donde tienen que preguntar por la partida de nacimiento.

Sin embargo, la delegada de este colectivo en el País Vasco, Flor Díaz Carrasco, piensa que es "muy difícil" que puedan probar nada porque en el papel vendrá que la madre adoptiva es la biológica. Algo, que de ser cierto, constituiría un delito de falsedad documental. "Muchas veces, la madre adoptiva ni siquiera ingresaba en el centro, aunque a veces se hacía un ingreso en falso. Lo más probable es que la documentación no esté, que el niño fuese registrado en otro hospital o incluso en otra ciudad", puntualiza.

Por todo ello, lo mejor es hacerse una prueba de ADN con la madre. Lo más barato -en torno a 200 euros- es acudir a una farmacia, donde se lleva la muestra de saliva y la envían a un laboratorio. Esta prueba no tiene validez jurídica, pero serviría para salir de dudas. Para obtener una evidencia irrefutable ante un magistrado habría que hacerla directamente en centros homologados, donde un técnico o un abogado certifican de quién es la muestra. En este sentido, cabe destacar que el abogado de Anadir, Enrique Vila, trabaja con la UPV. El coste de la prueba es de 400 euros y en 15 días se obtienen los resultados. No obstante, si el Gobierno Vasco acepta la petición de EA de poner este banco genético a disposición de los afectados, se podría ahorrar en breve ese dinero.

Los hijos que saben que son adoptados, pero sospechan que los trámites de su adopción fueron irregulares deben solicitar la partida de nacimiento y la escritura de adopción, donde debe figurar las circunstancias de la misma. Ahí debería aparecer el nombre de los padres, aunque no es lo normal en estos casos. "A casi todos les pone desconocidos, porque en esa época existía la opción del pacto anónimo. En otras, aparecen apellidos falsos o que directamente no les ponían", agrega Díaz Carrasco, quien ejemplifica las irregularidades con un caso de Asturias, en el que aparecía "no consta", tanto en el lugar de nacimiento, como en el del nombre de la madre y del padre.