Vitoria. El Departamento vasco de Educación detectó el curso pasado casi un centenar de sospechas de posible acoso escolar entre menores. De éstas, 33 fueron tomadas en consideración por lo que se decidió actuar tanto con la víctima, como con el agresor y los compañeros de clase. El área que dirige Isabel Celaá se encuentra reformando la guía educativa que tienen los centros para abordar este tipo de situaciones y que data del 2004. En ella se incluye por primera un protocolo para actuar contra el ciberbullying, un fenómeno emergente.

El maltrato a través de medios on line es tan nuevo y cambiante que el Gobierno Vasco no tiene aún datos del grado en que está afectando al alumnado en Euskadi. Se calcula sin embargo que en torno al 5% de los menores de 16 años ha sido acosados alguna vez a través de su teléfono móvil y el 4%, a través de Internet, como receptores de contenidos dañinos. Aunque todavía siguen siendo más las víctimas que sufren el bullying tradicional, por primera vez los centros educativos vascos dispondrán de una serie de pautas para luchar contra esta forma de ciberacoso que va a más y que, según los expertos, es difícil de detectar.

Desde hoy mismo, las escuelas e institutos podrán descargarse desde la web de Bakegune, el centro de recursos educativos en línea puesto en marcha por el Ejecutivo autonómico, el protocolo, que es pionero en todo el Estado, según explicó ayer la consejera de Educación, Isabel Celaá. El protocolo permite detectar ciertas "señales" por parte del profesor cuando un alumno esté siendo víctima de un maltrato a través de las nuevas tecnologías, y describe asimismo una serie de pautas de actuación, proponiendo medidas correctoras para los centros de Secundaria. Esta especie de hoja de ruta no descarta asimismo poder recurrir a la Fiscalía de Menores cuando el centro y la Inspección lo consideren necesario.

La principal dificultad radica en detectar pistas que lleven a pensar que se está produciendo un acoso on line. Jorge Flores, director de Pantallas Amigas y EMICI (Equipo Multidisciplinar de Investigación sobre Ciberbullying) recuerda que una posible señal es el hecho de que un menor esté más tiempo de lo normal conectado a Internet, ya que podría suponer que esté siguiendo el desarrollo del ciberbullying al que es sometido. Flores explicó que las chicas suelen estar más implicadas tanto como agredidas como agresoras en este tipo de situaciones.

En esta línea, Celaá señaló que el 70% de los menores están familiarizados con las redes sociales como Tuenti, Twitter o Facebook, con lo que la mayoría están expuestos a riesgos asociados a la protección de su intimidad. Precisamente para mantenerles informados, el Gobierno Vasco acaba de publicar un manual junto con la Agencia de Protección de Datos.

Celaá recordó que el pasado curso hubo 90 sospechas de acoso en el sistema educativo vasco -tanto de ciberbullying como de maltrato tradicional-, de las que 33 fueron tenidas en cuenta, mientras que los datos globales apuntan a que el 17% de los alumnos de Primaria y el 12% de los de la ESO dicen haber sufrido acoso alguna vez.