MADRID. Así lo asegura el diario gratuito 20 Minutos de acuerdo con los cables de la diplomacia estadounidense filtrados por WikiLeaks y a los que ha tenido acceso la publicación a través del diario noruego Aftenposten.
Según esos cables, los "comentarios privados" del fiscal antiterrorista de la Audiencia Nacional Vicente González Mota revelaron a los responsables de la Embajada de Estados Unidos en España que los jueces españoles eran conscientes de que la persona que delató a los integrantes de la célula no fue un arrepentido, como se publicó, sino un agente encubierto.
En la madrugada del viernes 18 de enero al sábado 19, la Guardia Civil detuvo en Barcelona a 14 personas, 12 paquistaníes y 2 indios. Fueron juzgados y condenados por la Audiencia Nacional a penas de entre 8 y 14 años, ya que el tribunal les absolvió del delito de conspiración para delinquir y de tenencia de explosivos, ya que sólo se hallaron 18 gramos de nitrocelulosa.
Ya durante la vista, las defensas argumentaron que el testigo protegido F-1, que permitió las detenciones, no era un terrorista arrepentido sino un agente de los servicios de inteligencia franceses.
El debate sobre si el atentado era inminente, estaba en fase de preparación o no pasaba de ser una mera especulación estuvo durante bastante tiempo vivo en la prensa española, aunque los cables diplomáticos que recoge ahora 20 Minutos demuestran que las autoridades norteamericanas nunca dudaron de la gran relevancia de esa operación policial y llegaron a calificar el juicio como "el de más envergadura contra terroristas radiales islámicos desde el 11-M".
Pese a todo, finalmente en enero de este año, el Tribunal Supremo rebajó aún más las penas a los condenados -las dejó entre 6 y 8 años- con el argumento de que "la acción proyectada estaba en una fase tan embrionaria que la propia sentencia les absolvió del delito de conspiración para delinquir".