vitoria. La balsa de Langarika, al igual que otras más en el territorio, se crearon con el objetivo de servir de infraestructura de regadío. Sin embargo, los caprichos de la naturaleza han querido convertir la lámina de agua en un sistema idóneo incluso para la nidificación de especies de la aves de gran interés naturalístico. Tal es la situación que el citado vaso está incluido en el Inventario de Zonas Húmedas del País Vasco, elaborado por el Gobierno Vasco. Es por ello, que el Departamento foral de Agricultura ha decidido construir alrededor de la citada balsa un camino peatonal y un sencillo observatorio de aves para poder acercarse a la naturaleza. Destinará 100.000 euros. Foto: dna
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