vitoria. Aunque las contrataciones que realiza el equipo directivo actual estén también en tela de juicio, el affaire Margüello planea en la actuación de Osakidetza como línea permanente de imputación a los responsables anteriores. En todo caso, Bengoa se desmarca al afirmar que estos asuntos no se fomentan ni airean desde la consejería, sino desde los medios de comunicación en base a sus propias estrategias.

Citado el "caso Margüello" la carga de profundidad no es tanto su legalidad, sino la ética y el perjuicio a las arcas de Osakidetza. Pero, la contratación que han hecho ustedes es más cara. ¿Cuál es la explicación?

En primer lugar, sois vosotros los que por alguna razón, que a mí me sorprende, volvéis al asunto Margüello cuando si os fijáis nosotros intentamos hablar de Sanidad y no estamos continuamente hablando en ese terreno, que ya está en una comisión parlamentaria por un lado, y, por otro, en un proceso de judicialización. Serán los tribunales los que determinen si ha habido un problema tipo legal o no. En ese caso de prevaricación. Por otro lado, la contratación sustitutoria que hemos realizado le cuesta a Osakidetza 107.000 euros más, pero pidiendo mucho más. ¿Qué demandamos? Más servicios. Gente que estará centralizada para poder atender más rápidamente que antes. Las condiciones del nuevo contrato son más duras que las anteriores; prestan más servicios cuando van a un domicilio y se les exige más especialistas. Nos parece que esta diferencia merece pagar 107.000 euros más.

En este mismo ámbito. ¿Cómo marcha la puesta en marcha del código del buen gobierno? ¿Cuándo estará en vigor?

Es un grupo asesor al que le hemos pedido un informe que ya me han entregado. Lo estamos analizando para ver cuáles de esas intervenciones nos parecen que podemos hacer. Con este código se busca crear directivos en la organización más grande de Euskadi, que sean profesionales y su nombramiento no esté relacionado con el carné político que ostenten. Vamos en esa dirección. En el último año y medio -esto posiblemente esté fastidiando mucho a algunos- hay una pluralidad política de gestores en el sistema actual. He dejado a muchas personas, he cambiado a bastantes? Diría que el sistema vasco de salud, en representación de directivos, se halla en el momento más plural de su historia. Me gustaría ir a más.

¿Le parecería bien otro movimiento pendular equivalente pero en sentido contrario al que ustedes están dando? ¿Le parece bien que la ciudadanía sufra esos vaivenes, ideologizados? ¿Y más en Sanidad? Con independencia de lo que desee, es la ciudadanía la que decide quién ha hecho bien o no las cosas y quién gobierna. Tengo que hacer los cambios que creo que mejorarán la Sanidad. Por eso acepté este puesto. En esta legislatura lo que vamos a hacer girará alrededor de los enfermos crónicos y la seguridad del paciente. En principio, yo llevo diciendo veinte años que hay que despolitizar la Sanidad.