Vitoria. Uno de los 26 puestos informativos que tenía la fila de espera más larga era el de arquitectura superior, una carrera de cinco años que se imparte en el campus guipuzcoano. La vitoriana Erika, acompañada de su amiga de la cuadrilla Patricia, esperaban su turno en ella, si bien, sólo la primera es la que tiene intención de estar matriculada en esa facultad el curso académico que viene. "Es algo que siempre he querido estudiar, por vocación, y no sé si luego podré encontrar trabajo de ello porque todas las carreras están complicado, pero lo tengo muy claro y cuento con el apoyo de mis padres", cuenta Erika, a quien en caso de que la selectividad arruine sus planes, tiene pensado un plan B. "Si no me da la nota de corte, me he planteado estudiar Ciencias de la Actividad Física, que se da aquí en Vitoria", matiza esta chica de 17 años.

Esta segunda opción de Erika también coincide con la carrera que ha pensado su fiel amiga Patricia, aunque, da la casualidad, que también como alternativa, en caso de que se le trunquen sus sueños. "Yo quiero estudiar Magisterio de Primaria, para saber cómo dar a chavales clases de Matemáticas o Lenguaje, pero después de sacármela me gustaría hacer la especialidad de Educación Física, pero para niños más pequeños, así que, en ese caso, me tendría que ir a Gipuzkoa para obtener este título".