Ana Úrsula Soto

vitoria. "Esta última semana se han registrado 364,56 casos de gripe por cada 100.000 habitantes, una tasa ligerísimamente menor que en la anterior semana, por lo que podemos decir que en las dos primeras semanas de enero la gripe se ha estabilizado; y, por lo que nosotros hemos visto en las consultas ayer y hoy (por el lunes y ayer), el número de casos ha disminuido claramente, es decir, lo previsible es que se esté iniciando ya el descenso".

De este modo resume el doctor Víctor Rubio, médico de la red vigía de la gripe en Osakidetza, el momento en el que nos encontramos respecto al virus, cuyo pico este año se ha situado un 40% por debajo de lo que ocurrió en la campaña anterior. El brote, entonces, tuvo lugar en octubre y noviembre de 2009, y durante tasa máxima de incidencia la gripe provocó en Euskadi "casi 600 casos", frente a los "poco más de trescientos sesenta y muchos" que se han medido este año. Y eso que el virus predominante que ha vuelto circular en el País Vasco en esta ocasión ha sido el A (H1N1), que provocó el 86% de los casos, según los aislamientos realizados por la red vigía.

Ingresos Aún así, los expertos consideran que la gripe de este año se ha comportado de manera "similar" respecto a ocasiones anteriores en cuanto a incidencia y gravedad de los casos. En el Estado, según los datos que aportó ayer Rubio, se han comunicado "350 casos graves hospitalizados, de los cuales la inmensa mayoría, un 87,4%, se debió a infecciones por el virus de la gripe A (H1N1)". No obstante, el 83,5% de los hospitalizados en estado grave tenía algún tipo de condicionante para ser incluido dentro de los grupos de riesgo, bien por sufrir alguna patología, bien por la edad. "Es decir, son personas que entran dentro de los grupos en los que se recomienda la vacunación y, sin embargo, no lo hicieron", clarifica el médico de Atención Primaria.

"La gripe ha afectado, mayoritariamente, a niños y jóvenes y, en gran medida, ha respetado a personas vacunadas. Los casos graves que han ocurrido son de personas que ya tenían otra patología o pertenecían a grupos de riesgo", recalca el médico de la red vigía.

El virus, de hecho, se ha mantenido dentro de la normalidad en lo que se refiere al momento de mayor incidencia, que habitualmente se suele dar a finales de diciembre y comienzos de enero. "Que la situación invernal influye está demostradísimo", comenta Rubio. Sin embargo, el año pasado, el virus A (H1N1) se comportó de manera inusual, puesto que, como se ha dicho, el pico de mayor incidencia tuvo lugar entre los meses de octubre y noviembre, algo que desde que se llevan recogiendo datos de forma masiva en los últimos diez años no había ocurrido.

"Si es verdad que una vez se retrasó muchísimo y tuvo lugar a finales de febrero y comienzos de marzo, cuando ya pensábamos que no iba a ocurrir, pero nunca había pasado en octubre", mantiene.