Su pronóstico no va mal encaminado. De hecho, cada vez son más los chavales diagnosticados de portatilitis, término con el que se ha bautizado a este tipo de dolencias. "A partir de los 12 años, que es cuando lo están empezando a utilizar más, ya vienen niños con dolor de espalda y de cuello. También vemos tortícolis agudas de niños que te dicen: Me he levantado con dolor de cuello. Siempre se piensa que es de una mala postura de la noche, pero no. Es que por la noche el niño descansa y aparece el dolor de todo lo acumulado en el día anterior, cuando se tiró tres horas con el portátil", pone como ejemplo esta profesional, que también atiende a "adolescentes de la generación ni-ni, desde los 14 hasta los veintimuchos años, que ni trabajan ni estudian y dedican muchas horas a esas cosas".
Dolor de cabeza y mareos Las lumbalgias ocasionadas hace años por los pupitres y las sillas del colegio están dejando paso, según explica García Montes, a los dolores de columna cervical causados por el mal uso de las nuevas tecnologías. "Los ordenadores portátiles, al tener que estar más agachado porque la pantalla es más bajita, provocan una sobrecarga mayor de la zona de cervicales, la zona de trapecios y los hombros y bastantes tendinitis de infraespinoso, supraespinoso y bíceps", detalla Alaine Azkargorta, integrante de la Comisión de formación del Colegio Oficial de Fisioterapeutas del País Vasco, por cuya consulta han pasado lo mismo adultos que utilizan el portátil por cuestiones de trabajo que chavales que lo usan para jugar y navegar por Internet.
Entre sus últimos pacientes, recuerda a una quinceañera a la que el exceso de tiempo frente al portátil le pasó factura. "Estaba haciendo un trabajo, pasó muchas horas en el ordenador y, aunque estaba sentada en la mesa, se le cargó mucho la zona de cervicales y trapecios y terminó con dolores de cabeza e incluso algún mareo". También atendió a un chico de doce años que "se sentaba a lo indio en la cama y jugaba a algún juego en el portátil. Tenía toda la lumbar muy encorvada y, al levantarse de la cama, le dio un tirón", relata.
A pesar de que la tentación de espatarrarse en el sofá con el portátil en el regazo o en las piernas es grande, las expertas aconsejan colocarlo, siempre que sea posible, sobre una mesa. "Lo ideal es estar sentado con toda la espalda apoyada sobre el respaldo de una silla porque ahí descargamos tensiones, con una flexión de rodillas y cadera correcta, normalmente de 90 grados, y con los pies en el suelo", describe García Montes, quien alerta del creciente sedentarismo.
En cuanto a la cabeza, precisa, "la posición más correcta es casi una vista al frente, como mucho con unos 10 o 20 grados de inclinación hacia abajo". Nada que ver con la flexión que se hace para mirar la pantalla de un netbook apoyado en las piernas. "Esa es una postura superforzada, con lo cual sería conveniente levantarse periódicamente, diez minutos cada hora, para descansar, además de establecer un máximo de uso a lo largo del día".
Pulgar BlackBerry Además de la sequedad de ojos que provoca fijar la mirada en la pantalla del ordenador o de la pérdida de audición que supone escuchar el iPod a un volumen excesivo, las nuevas tecnologías vienen acompañadas de otro tipo de lesiones. "Hay niños que están no sé cuantas horas sentados delante del ordenador o de la videoconsola y ves que tienen una lesión en el dedo tipo nódulo o una tendinitis del pulgar, por lo que puedes sacar fácilmente la relación causa efecto", explica la presidenta de la Sociedad española de rehabilitación y medicina física.
A todas estas nuevas dolencias, propias de los niños y adolescentes, hay que sumar las derivadas del envío continuado de mensajes de texto con distintos dispositivos, entre ellas el síndrome del túnel carpiano o el síndrome del pulgar BlackBerry, que se caracteriza por una inflamación del tendón del pulgar causada por movimientos repetitivos y de larga duración.