Bilbao. En doce meses, Juncal González ha pasado nueve en Haití. De febrero a septiembre, esta guipuzcoana fue la coordinadora médica de MSF (Médicos sin Fronteras) en esa zona 0. Regresó en septiembre y a mitad de octubre, estalló la epidemia de cólera y regresó.
¿Los nativos han tirado ya la toalla?
Al principio nos encontramos a gente súper valiente, motivada para ayudar, y salvar el mayor número de vidas, gente con esperanzas... pero luego ha cundido el desánimo. Cuando empezó el cólera, eso asustó mucho a la población, más que el propio seísmo. La gente no conocía la enfermedad, ahora se ve una población muy cansada. El proceso electoral no ha hecho más que empeorar la situación.
¿Usted cómo lo ha vivido?
Ha habido de todo. Primero tuvimos que hacer lo básico; establecer quirófanos, camas para cuidados postoperatorios. Se vio gran necesidad de servicios de salud especializados... Y nos pusimos a ello. Pero a finales de noviembre cuando regresé a Euskadi seguía sin llevarse a cabo la reconstrucción.
En MSF estuvieron muy pendientes de detectar epidemias. ¿Esperaban el brote de cólera?
Sabíamos que podía ocurrir. La gente vive en condiciones infrahumanas, sin acceso a agua potable, con una falta de letrinas insoportable. Intuíamos que podían sucederse las diarreas y otras epidemias pero el cólera es terrible.