Bilbao. Una de las conclusiones más preocupantes del último informe PISA -que mide el rendimiento académico de los estudiantes de 15 años de los 33 países de la OCDE- en el caso de Euskadi es el bajo número de estudiantes brillantes.
¿Cómo se puede incentivar a la escuela para que, a su vez, potencie la excelencia?
Algunos dicen que pasa porque el profesorado tenga más reconocimiento social, que cale en la sociedad la idea de que el profesor no es un funcionario distinguido con tres meses de vacaciones. También habrá que decir a los doctores y doctorandos que tienen que ir a los institutos con los planes de divulgación de la ciencia que están en marcha, y que deben captar más vocaciones. Ya no se trata si en Matemáticas, Ciencias o lectura estamos obteniendo una puntuación más o menos en la media. Hemos comprobado que cada vez hay menos vocaciones científico-tecnológicas, y si apostamos por una sociedad del conocimiento debemos ser capaces de trasladar a nuestros jóvenes que el científico y técnico es el modelo a seguir. La alternativa es fichar a esa gente de otro sitio, pero para eso también tienes que ser una sociedad atractiva.
¿Qué riesgo se corre si no se actúa a tiempo?
Cuando uno mira la puntuación de PISA de los países emergentes, que tienen mercado y empresas, te encuentras que hay más cantidad de estudiantes con mejor puntuación. Este es un motivo de gestión de riesgos. ¿Qué nos ocurre si no introducimos sistemas de incentivos? Que al desplazamiento económico hacia estos países emergentes se une un desplazamiento del conocimiento, y que si no se actúa a tiempo no jugaremos ningún papel en el mundo. Hay mecanismos de ajuste. Hay que decir a los gobiernos: Oigan comiencen a trabajar sobre su cantera.
¿Qué modelo se podría aplicar?
Quizá las familias, los alumnos deban decir a sus profesores que el objetivo no es pasar o no de curso, sino que les motiven de tal manera que cuando salgan al terreno de juego se coman el campo.
Es un profundo conocedor del sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación de Euskadi. ¿Cuál es el estado de la I+D+i?
Creo que todo el sistema tiene que estar articulado y sincronizado para que sigamos poniendo los listones que nos estamos marcando. Ascender en la escalera y pasar de una sociedad que, a día de hoy, sigue dependiendo de su especialización y eficacia operativa en el desarrollo de productos y servicios, pero con un nivel de innovación y participación bastante bajo, a esa sociedad del conocimiento. Tenemos un largo camino por recorrer. La velocidad que llevamos es mejorable, muy mejorable, porque los demás están corriendo mucho y nadie se queda a esperar.
¿En qué disposición llegamos al nuevo Plan de Ciencia, se han cumplido los objetivos del Plan de Ciencia Tecnología e Innovación 2010?
Se ha cumplido al 100% en lo referente a la asignación de recursos y espero que los resultados estén en línea de los objetivos que se han marcado. Desde 1996 a 2009 el gasto ha crecido una media anual del 10% tanto en términos absolutos como en gasto per capita. El gasto sobre el PIB ha estado creciendo una media del 4,2% anual y el personal investigador, un 8% al año.