berlín. El Gobierno de Alemania analiza si existen responsabilidades penales en la contaminación con dioxina de piensos para animales, incidente que ha obligado a cerrar al menos un millar de granjas avícolas y porcinas en todo el país. La Fiscalía de Itzehoe, en el septentrional estado federado de Schleswg-Holstein, anunció que ha abierto una investigación para determinar si hubo delito por parte del fabricante de piensos que presumiblemente usó aceites industriales en sus productos, causa de la contaminación según las autoridades sanitarias alemanas, cometió un delito. El fabricante de piensos Harles & Jentzsch, con sede social en ese estado federado, utilizó ese tipo de aceites para fabricar pienso pese a que las grasas estaban etiquetadas como industriales.