valladolid. El vicepresidente de la Congerencia Episcopal, Ricardo Blázquez analizó ayer en una entrevista la repercusión que tienen sobre la Iglesia católica los casos de pederastia surgidos entre algunos de sus religiosos, que para él son "un descrédito y manchan el rostro de la Iglesia", aunque puntualizó que es "un problema general de la sociedad" que puede tener su "origen en la revolución sexual".
Blázquez, que también es arzobispo de Valladolid, es uno de los cuatro visitadores apostólicos -una especie de inspectores- nombrados por la Santa Sede en todo el mundo para investigar las repercusiones que la "doble vida" llevada por el fundador de los Legionarios de Cristo, el mexicano Marcial Maciel, ha tenido en la rama laica de este movimiento, Regnum Christi.
Después de destaparse los casos de pederastia y demostrarse que Maciel era padre de varios hijos, Blázquez recibió el encargo de visitar hasta el próximo verano a unas 900 personas vinculadas a Regnum Christi repartidas por Iberoamérica, EEUU y España, porque la intención del Papa es "que se clarifique y se coja un nuevo impulso, con constituciones nuevas".
Con la discreción que requiere esta responsabilidad, Blázquez está "persuadido" de que "una gran mayoría" de las personas que integran Regnum Christi "no tenían noticias de la vida doble del fundador". "Para ellos fue un desconcierto, un sufrimiento, pero ante las evidencias hay que reconocerlo y situarse en otra clave", dijo el arzobispo.
Otro drama que conmueve a Blázquez es la violencia contra las mujeres en el ámbito doméstico, ya que "llama la atención que es en el círculo de mayor intimidad donde surge la agresividad y donde la violencia se hace más cruel y bruta". El arzobispo proclama "la misma dignidad ante Dios de los hombres y las mujeres" y ve clave que "el respeto" sea la base sobre la que se forjen las relaciones familiares.