PAMPLONA. Así lo ha señalado en una nota la doctora en Nutrición de la Universidad de Navarra Marta Cuervo, quien con motivo de los excesos en los menús navideños ha recomendado sustituir unos alimentos por otros en lugar de añadir calorías.
Para la experta, la gravedad de los excesos, en Navidad y otras fechas, "no es tanto hacerlo una vez como mantenerlo en el tiempo. Es entonces cuando engordamos con grasa real que nos cuesta mucho bajar", por lo que, cuando una persona se plantea bajar de peso, no puede hacerlo de un día para otro, sino progresivamente, "al ritmo que se cogió, poco a poco".
Por todo ello, como pauta general para las comidas copiosas de Navidad, Cuervo recomienda sustituir unos alimentos por otros, de forma que, por ejemplo, en lugar de sumar el champán a nuestra comida habitual con vinos o licores, una buena opción sería sustituir la última copa de vino por una de champán o cava.
Respecto a los postres, la especialista del Instituto de Ciencias de la Alimentación (ICAUN) aconseja tener en cuenta las equivalencias entre los platos habituales y los extraordinarios de estos días.
Asimismo, la especialista de la Universidad de Navarra confirma que los requerimientos de calorías se miden en un tiempo prolongado -como una semana-, "de modo que los abusos de una comida especial -como Navidad, Año Nuevo o Reyes- se pueden compensar cenando sólo fruta ese día".
En todo caso, advierte que esto no debe hacerse a diario., sino que "es una forma de compensar las comidas extraordinarias".
En cuanto a las técnicas culinarias más oportunas para reducir la grasa de los alimentos, Cuervo señala el asado (para piezas grandes de carne), la plancha (para piezas pequeñas de carne) o el cocido (para marisco) como lo más recomendable.
"También podemos optar por incluir aperitivos basados en hortalizas y verduras, que tienen una densidad energética baja y además contienen fibra, con lo que sirven para saciarnos al inicio y evitar que abusemos de los platos fuertes y postres.
Además, advierte de la conveniencia de que las comidas fuertes no sean por la noche, sino al mediodía: "Aunque las calorías sean las mismas, no las quemamos igual por la noche, cuando apenas nos movemos y vamos a irnos a dormir, que al mediodía, cuando tenemos todo el día por delante para utilizar esa energía".