Vitoria. Los puntos negros de tráfico ya no afean la cara de la vialidad en Euskadi. En todo caso, se puede hablar de tramos de concentración de accidentes y ni siquiera estos constituyen una preocupación de primer orden, ya que la media de incidencias destacables que se producen sobre estos asfaltos tampoco resulta elevada. A pesar de tratarse de una comunidad autónoma con una gran afluencia de tráfico de paso y con una orografía complicada, los niveles de siniestralidad de Euskadi son muy reducidos, equiparables a los países europeos más comprometidos con la seguridad vial, como son Suecia, Holanda y Reino Unido. Y dentro de la red vasca, Álava es el territorio que tradicionalmente menos accidentes registra, un hecho que puede obedecer a la suavidad de su relieve.
Lo dicen las instituciones y lo corroboran los usuarios de la vía. El director del Real Automóvil Club Vasco-Navarro (RACVN), Luis Murgia, confirma que desde 2003, ejercicio que supuso el punto de inflexión de la curva de siniestralidad en la CAV, las cifras de accidentes no han dejado de descender. "Hemos llegado a unos niveles de seguridad en infraestructuras que en 2001 nos habrían parecido ciencia ficción". Ello le lleva a considerar adecuado que la Administración haya erradicado el concepto de punto negro al referirse a los viales de la comunidad autónoma. "En lenguaje coloquial aún se sigue empleando para denominar algunas zonas de especial complicación, aunque si nos referimos a Euskadi, sólo podemos hablar como mucho de tramos grises", puntualiza.
El grado de fiabilidad de las carreteras alavesas, vizcaínas y guipuzcoanas es tal que, a juicio del responsable del RACVN, se acercan a un punto en el que la mejora constituye un objetivo complejo de alcanzar. "Seguimos recortando año tras año el número de accidentes, algo que me parece increíble, pero cada vez resulta más difícil. Yo suelo comparar esta situación con el salto de altura. Cuando uno empieza en este deporte y entrena duro es relativamente sencillo elevar el listón varios centímetros cada poco tiempo, pero cuando uno se acerca al récord del mundo, es muy complicado mejorar la marca. A nosotros nos ocurre esto, que estamos ya en el récord, con lo que es posible que en algún momento tengamos que hablar de nuevo de leves repuntes", sopesa Murgia.
también la crisis Incluso el hecho de atravesar una recesión económica, por sorprendente que pueda parecer, influye en la evolución de las gráficas de accidentes. Así, el experto señala que "con la crisis hay mucha gente que usa el coche mucho menos que antes, de manera que cuando salgamos de ella es posible que se incremente el tráfico y, en consonancia, los siniestros". En cuanto a la seguridad que ofrecen los trazados alaveses, con cifras algo más contenidas incluso que las vizcaínas y guipuzcoanas, Murgia estima que es probable que su benevolente orografía sea uno de los factores que ayude a recortar accidentes, si bien agrega que "siempre existen otras muchas pequeñas razones".
Los técnicos del Departamento de Obras Públicas y Transportes de la Diputación alavesa coinciden con la valoración del director del RACVN al evaluar el estado y la evolución de la red viaria del territorio. A la espera de disponer de los datos definitivos sobre tramos de concentración de accidentes del territorio correspondientes al ejercicio aún en curso, insisten en la inexistencia de puntos negros, entendidos como lugares de elevado riesgo para la conducción, en suelo alavés.
factor concurrente Cada vez que tiene lugar un siniestro en las carreteras del territorio, la información que rodea al accidente pasa a formar parte de una base de datos en la que se recogen todos los componentes que han podido influir en el suceso. El estado de la carretera, al margen de la climatología, sólo aparece como "factor concurrente" en menos del 2% de los percances y nunca como "factor principal" del mismo. Según el último estudio sobre accidentabilidad que maneja la Diputación, el 72% de los siniestros son culpa, exclusivamente, de los conductores. Las principales razones por las que se producen incidentes de tráfico son las distracciones (37%), la velocidad inadecuada (22,9%) y las infracciones de las normas de circulación (12%).
Al analizar el tratamiento que se les da a los tramos de concentración de accidentes que aún persisten, los técnicos precisan que se trata de tramos en continua evolución y que aunque ya se ha actuado en muchos de ellos, surgen otros nuevos, por lo que es fundamental no bajar la guardia y velar constantemente por el buen estado de las carreteras. En todo caso, por lo que al estado del asfalto respecta, Álava ofrece las mejores garantías.