Santa María de Palautordera. Un hombre de 35 años, sin ninguna denuncia previa por malos tratos, mató ayer a Rosa, su compañera sentimental de 43, en Santa María de Palautordera (Barcelona), en un nuevo caso de violencia machista que eleva a doce las víctimas mortales a manos de sus parejas este año en Cataluña (en todo 2009 murieron diez) y a setenta en todo el Estado.

El homicida, Francisco L.C., de nacionalidad española, al igual que la víctima, se presentó hacia las seis de la mañana en las dependencias de la Policía Local de Sant Celoni (Barcelona), donde reconoció haber cometido el crimen.

Tras esta confesión, los agentes se desplazaron a la vivienda de la pareja, situada en el número 17 de la calle Campins de Santa María de Palautordera, donde encontraron el cadáver de la mujer.

La víctima no presentaba heridas visibles ni de arma blanca o de fuego, por lo que una de las hipótesis que barajan los investigadores es que haya fallecido por asfixia.

Como ocurre en la mayoría de casos de violencia machista, la víctima no había denunciado previamente a su agresor, con quien mantenía una relación sentimental desde hace seis años.

Tras entregarse a la Policía, el asesino confeso fue trasladado a un centro hospitalario -donde permanecía custodiado por los Mossos d"Esquadra-, ya que tras cometer el crimen se autolesionó en lo que parece ser un intento de suicidio. Según los familiares de la víctima, el asesino confeso no había maltratado a su pareja hasta ahora, aunque sí protagonizaba ataques de ira en los que destrozaba enseres domésticos. Así, Mercedes Sánchez, prima hermana de la víctima, declaró que "a pesar de tener un carácter violento, nunca le había puesto la mano encima. En una ocasión rompió el televisor y en otra el aparato del aire acondicionado, pero a ella nunca le pegó". Según la prima de la víctima, la pareja tenía una relación sentimental desde hacía seis años, que calificó de conflictiva, pues se habían separado en varias ocasiones, debido a que Francisco L.C. era una persona "muy celosa".

Por su parte, varios vecinos de la calle donde vivía la pareja coincidieron en calificar al homicida como una persona muy introvertida y que nunca hablaba con nadie.

El juzgado de violencia doméstica de Granollers (Barcelona) se ha hecho cargo de la instrucción y ha decretado secreto de sumario.