sevilla. El Juzgado de Instrucción número 2 de Utrera (Sevilla) ha dictado una orden de alejamiento contra un hombre acusado de malos tratos a su pareja y, no obstante, ha fijado como lugar de encuentro de éste con su hija la casa de acogida donde se refugia con su madre. Dos órdenes difícilmente ejecutables por el acusado, ya que el cumplimiento de una le obligaría a incumplir la otra.
De este modo, la Consejería de Igualdad de la Junta de Andalucía ha recurrido la orden ante el Consejo General del Poder Judicial, interponiendo una queja, ya que considera que la decisión del juzgado no sólo pone en peligro la integridad física de la mujer, sino de todas aquellas mujeres que se encuentran en la casa familiar.
El juzgado, que explica que existen "indicios racionales de criminalidad" sobre el acusado, que reconoció haber agredido a su mujer, entiende que la víctima se encuentra en una situación de riesgo. Por eso, le aplica una orden de protección y dicta una orden de alejamiento del presunto agresor que tiene prohibido acercarse a una distancia menor de 300 metros.
El citado juzgado andaluz, en su régimen de visitas a la hija de la pareja de corta edad, le fija como lugar de encuentro la misma casa de acogida donde se refugia con su madre.