Vitoria. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) -organismo que regula el uso y aprovechamiento de la cuenca que da de beber a Vitoria y Bilbao- ha finalizado la campaña de muestreo de larvas de mejillón cebra en masas de agua de toda la Cuenca correspondiente al año 2010. Esta actuación de detección precoz ha consistido en la toma de 983 muestras en 296 puntos distintos. Los resultados obtenidos confirman que no ha habido ningún foco nuevo de presencia larvaria, aunque se mantiene allí donde estaba.
La detección se ha centrado en los embalses navegables y para asegurar el control de cada una de las masas de agua se han tomado muestras en varios puntos hasta alcanzar un total de 296 puntos de muestreo. Los embalses con presencia de adultos de mejillón cebra siguen siendo Mequinenza, Ribarroja, Flix, Sobrón y Calanda y se ha vuelto a detectar larvas en Ullibarri (Álava) y en los pantanos de Talarn, Rialb, San Lorenzo de Mongay, Lanuza, Búbal, Sabiñánigo, La Tranquera y Utchexa. Además, repiten como embalses clasificados en riesgo: La Estanca de Alcañiz y Civán, ambos por encontrarse aguas abajo del embalse de Calanda.
Como novedad, en la campaña 2010 se ha establecido una clasificación de los embalses para planificar los muestreos según una valoración previa de riesgo de invasión del molusco y se han intensificado los análisis. Además del muestreo de agua superficial de años anteriores, se ha realizado la modalidad con pesca vertical y se han aplicado innovadoras técnicas genéticas de detección de larvas. Aunque las actuaciones de control, normativas, divulgativas y de investigación se centran en las competencias de la Confederación Hidrográfica del Ebro, principalmente el control de la navegación, muchos de los proyectos se desarrollan en coordinación con las comunidades autónomas, administraciones que tienen la competencia medioambiental y en el control de especies invasoras. Este es el caso de la jornada formativa para los monitores del campamento de la isla de Zuhatza situada en el embalse de Ullibarri, que se celebró este verano.
Una plaga moderna Cabe recordar que el mejillón cebra es una de las plagas del siglo XXI. Además, es prácticamente imposible erradicarla. El molusco, al igual que otras especies no autóctonas e introducidas en nuestro país de forma irregular o por medios que se desconocen, ha infectado los cursos y embalses de Álava y la única medida posible para combatirlo es retrasar su propagación.
En ese sentido, una de las primeras medidas que se tomaron desde el Departamento foral de Agricultura fue prohibir la pesca en las márgenes de río Ebro, a su paso por el territorio histórico.
El caso es que en Álava existe una profunda preocupación, tanto por las consecuencias económicas que tiene el problema para las comunidades de regantes -el mejillón daña las instalaciones de riego, especialmente en Oion, Lapuebla de Labarca y Baños de Ebro-, como para la práctica de la pesca de peces o captura de cangrejos. No en vano, el molusco daña los hábitats de las especies autóctonas y compite por la misma alimentación con ellas, lo que hace muy difícil la pervivencia de éstas.
Por esa razón, en la orden que regula el aprovechamiento de la Pesca Continental en Álava, más conocida entre los pescadores como la orden de vedas, se marcan las prohibiciones, límites y trabajos preventivos para que se pueda mantener la actividad, pero se limite la expansión de la plaga del mejillón cebra más allá de donde está en la actualidad.
Sin embargo, la legislación se ha demostrado poco efectiva. Por ello, a finales de agosto, el Departamento de Agricultura se veía obligado a tomar medidas en el Escenario Deportivo de Pesca de Nanclares de Oca, en cuanto al uso de reteles y limpieza de las artes de pesca, habilitando incluso un sistema de préstamo que garantice la limpieza de las mismas como solución de emergencia a las vías de contagio de este molusco.