Vitoria. El rechazo al sida empeora la salud del enfermo. ¿A qué clase de estigmas sociales se tiene que enfrentar?
La campaña de este año se centra en la defensa de los derechos humanos, porque el estudio que el lunes presentó el Gobierno Vasco con la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) es preocupante. Aún nos encontramos con situaciones, como que el 80% de los padres esté incómodo con que un compañero de la escuela de su hijo tenga sida o que, incluso, un 40% se lo llevaría de allí. Pero también un 30% de los trabajadores estaría incómodo con un compañero que lo tuviese. Lo peor de todo es que los estigmas repercuten tanto en el afectado, porque asume peor su enfermedad, como en el resto de la sociedad, que por esos prejuicios tiene miedo a hacerse las pruebas del VIH, lo que influye en la prevención y en la normalización.
¿De qué forma estas trabas afectan al mercado laboral o a la hora de acceder a plazas residenciales?
Todavía hay barreras administrativas en las residencias para la tercera edad, porque uno de sus requisitos de entrada es no poseer una enfermedad infecto-contagiosa. En Álava, afortunadamente, no se ha producido esta traba por los técnicos de la Diputación, que saben que no hay riesgo de contagio. En el ámbito laboral, incluso llegamos a recomendar que no se cuente para evitar problemas con compañeros o con los jefes. Está comprobado que genera complicaciones. A la hora de viajar hay muchos países que impiden la entrada a personas con sida. Por tanto, estamos viendo que con la información no basta.
Si con la información no es suficiente, ¿en qué otro tipo de medidas están pensando para concienciar a la sociedad?
Hemos conseguido grandes logros porque en Euskadi tenemos las mejores prestaciones sanitarias y programas para combatir efectos secundarios, pero hay que avanzar en la investigación y en el cambio de comportamiento porque el contagio del VIH es en el 90% de los casos por vía sexual. Así que tenemos que hablar más de sexo seguro.
Sobre todo en ese 30% de jóvenes que prescinde del preservativo tras beber alcohol...
Hablar de noche, alcohol y sexo seguro es casi imposible. Igual las asociaciones tenemos que salir más por esos espacios de la noche para ponérselo fácil a los jóvenes y llevar los preservativos a todos los bares, incluidos los de ambiente homosexual. Pero también tenemos que informar en los bares de los de mediana edad, porque la franja de 25 a 40 años es la que ocupa el grueso de los contagios. Y en estas edades es más difícil cambiar comportamientos adquiridos que en otras que empiezan a tener relaciones sexuales.
¿A qué otros retos se enfrenta la comisión?
Al tema de la prevención. Hay que animar más a la gente para que se haga las pruebas en el médico de cabecera, en las cuatro farmacias de Vitoria o en la asociación, de 14.00 a 15.00 horas.
Hoy a las 20.00 horas, el centro Montehermoso de Vitoria acoge la primera edición de los premios Sidálava
Es el primer año que lo hacemos para reconocer a tres personas referentes en la normalización del sida en este territorio. Una, es al doctor Joseba Portu, del equipo de Medicina Interna de Txagorritxu, que lleva tratando el VIH desde que aparecieron los primeros casos. En el ámbito del voluntariado reconocemos a sor Aurora, porque lleva más de 20 años colaborando. Fue de las primeras personas en trabajar en la drogadicción y de las primeras de la comisión antisida. Y el tercero va para un compañero nuestro desde hace 15 años, que falleció hace un año por VIH, cuyo nombre prefiero no decirlo.