olot. El celador del geriátrico La Caritat de Olot, Joan Vila, confesó ayer ante el juez haber "ayudado a morir" a un total de once ancianos -nueve mujeres y dos hombres-, ocho más de los tres que admitió inicialmente, crímenes que calificó de actos "compasivos" pues los "quería muchísimo".
Vila, de 45 años, prestó una nueva declaración a petición propia, después de la exhumación el pasado 22 de noviembre de ocho cadáveres por orden del juez que instruye el caso para determinar las causas de su muerte, ya que coincidían con turnos en los que había trabajado el celador en el geriátrico.
En su nueva comparecencia ante el juez, Joan Vila precisó que en las primeras ocasiones usó una mezcla de barbitúricos y medicamentos para acabar con la vida de los internos, mientras en las tres últimas recurrió a un líquido corrosivo, según informó su abogado defensor, Carles Monguilod.
Monguilod señaló que durante el interrogatorio se le preguntó por una posible duodécima víctima, que el acusado no recordaba bien, pero que finalmente "se ha decantado más por el no que por el sí", según indicó el letrado. "Tengo que creer que no ha cometido más asesinatos", comentó Monguilod, aunque entiende las dudas de los abogados de las familias.
El acusado no supo explicar la razón por la que cambió de modus operandi para quitar la vida de los ancianos, y que permitió a sus primeras ocho víctimas morir de una forma mucho menos cruenta.
El celador consideró estos crímenes como actos compasivos, que calificó como "eutanasia", al creer que estas personas estaban sufriendo. Aseguró además que, al recordar el momento de los asesinatos, Vila veía como si alguien saliera de su propio cuerpo y fuera el autor de las muertes.
Esta visión, según Monguilod, deberá ser estudiada por expertos en psiquiatría para determinar si pudiera usarse como atenuante en su condena. "Él mismo dice textualmente que "quería muchísimo a todas las víctimas"", aseveró el letrado.
No obstante, durante esta última declaración, en la que según su abogado estuvo mucho más tranquilo, Vila mostró signos de arrepentimiento y manifestó darse cuenta de que lo que hizo "no era lo correcto".
En la declaración de ayer, Vila explicó también que sus dos primeros asesinatos los cometió en agosto y en octubre de 2009.
Joan Vila comenzó a trabajar en "La Caritat" en diciembre de 2005 y desde entonces, y hasta que fue detenido, el pasado 18 de octubre, murieron en la residencia 59 internos. De ellos, 27 fallecieron durante los turnos del celador, que sólo trabajaba los fines de semana y en días festivos.