El equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi que trabaja en las exhumaciones de los presos del Fuerte de San Cristóbal enterrados en el cementerio de Añézcar han conseguido recuperar un esqueleto, que según las primeras hipótesis correspondería a un varón de unos 40 años. No obstante, todavía habrá que esperar para obtener más datos sobre estos restos, que han sido trasladados al laboratorio de la Facultad de Medicina de la UPV, en Donostia, donde se le practicarán más pruebas. Un grupo de unos diez familiares de víctimas de la represión franquista ha promovido estas exhumaciones, que han empezado en Añézcar, y que continuarán en Berriosuso y Oteiza. En los camposantos de estos tres concejos de la Cendea de Berrioplano se tiene constancia de que hay enterrados 41 presos del fuerte de San Cristóbal, 15 de ellos se cree que en Añézcar, donde ya han concluido los trabajos. El forense Paco Etxeberria se trasladó ayer hasta esta última ubicación para supervisar las labores de exhumación del cuerpo, hallado en el exterior del cementerio, dentro de una caja.