SANTIAGO DE COMPOSTELA. El obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha censurado "la maldad intrínseca" de la eutanasia, cuya aplicación ve como "un acto siempre reprobable" porque "busca la muerte del paciente". "Queremos hacer unas leyes nuevas pero está todo escrito ya", ha remarcado Iceta en referencia a la ley de muerte digna que quiere aprobar en marzo de 2011 el Ejecutivo central.

En el marco de la V Jornada sobre Bioética organizada por el Instituto Teolóxico Compostelán, Iceta ha defendido los cuidados paliativos como "la respuesta adecuada" para los enfermos terminales y ha rechazado de modo frontal la eutanasia, "sea activa o pasiva".

En cuanto a la ley sobre la muerte digna, Iceta ha remarcado que servirá para "marcar la línea de libertad" entre el paciente y el médico, aunque ha hecho hincapié en que esta relación "no es contractual", por lo que ha criticado que la condición de paciente pase a ser la de "usuario" o consumidor.

"¿Cómo se llama a la persona que elimina a otras personas?", ha preguntado el obispo de forma retórica, una cuestión que algunos de los asistentes han respondido con términos como "asesino" u "homicida". "Da la sensación de que quien no quiere ser eutanasiado es un insolidario", ha sentenciado Iceta.

Asimismo, el obispo de Bilbao ha querido dejar claro que "es lícito" suspender tratamientos que alarguen el sufrimiento del paciente, "aunque ello acorte la vida de forma indirecta".

Durante su discurso, en el que se ha manifestado en contra de los relativismos y ha mostrado su adhesión a "la diferenciación clara entre el bien y el mal, sin ambages", Iceta ha establecido la dosis de analgésicos proporcionados por los médicos como "la frontera" entre la sedación en la agonía y la eutanasia activa.

Por otra parte, también ha censurado la "obstinación terapéutica" desproporcionada y que "se ensaña con el paciente", la cual ha criticado por lo innecesario de su aplicación.

ABORTO

Asimismo, ha explicado que "hoy en día se ven menos niños con enfermedades mentales", lo que, a su juicio, demostraría que, mediante la práctica del aborto, "se está impidiendo nacer a niños con discapacidades".

En lo referente a esta cuestión, Mario Iceta a señalado que "un feto es un ser personal", puesto que, según ha defendido, "la única condición para ser persona es ser humano".

Junto a esto, ha asegurado que "no hay ningún resultado clínico con células madre de embriones", sino que, a su parecer, todos los avances en este campo se producen con células de adultos.

BIOETICA PERSONALISTA

Después de ser presentado por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, como el "vértice de la montaña" desde el que puede percibir "las diferentes maderas" con las que afrontar la cuestiones morales en medicina, Iceta ha hecho un repaso por las diferentes visiones de la bioética en donde se ha identificado con el modelo personalista.

Así, ha criticado las otras tres vertientes de la bioética, entre las que ha descartado a la sociobiología por su visión "reductiva" del hecho moral, así como al modelo que ha definido como "liberal radical" por "lo irrealizable" de una libertad absoluta. Además, ha recriminado a la rama utilitarista "dar más valor a un caballo sano que a un niño con discapacidad".

En una exposición en la que se ha servido de un Powerpoint como apoyo, el obispo ha empleado el código deontológico médico o textos de la Asociación Médica Mundial del año 1987 en las que se define a la eutanasia como "homicidio por compasión" como respaldo a sus tesis.