vitoria. La diputada foral de Política Social, Covadonga Solaguren, anunció ayer ante las Juntas Generales que el traslado de los 65 ancianos que actualmente residen en el geriátrico de Arana comenzará a mediados del próximo enero, tan pronto como se ponga en funcionamiento la nueva residencia foral de Lakua, a donde se derivará la gran mayoría. Cuestionada al respecto por la juntera del Partido Popular, Ana Morales, Solaguren también avanzó que el plan director que regirá la reconstrucción de la residencia de Arana cuenta con una partida de 154.000 en los Presupuestos forales de 2011, concretamente para el área de arquitectura.
El documento, según especificó la diputada, está siendo elaborado por los técnicos forales de este servicio y ya cuenta con sus primeras aportaciones. La principal, algo que ya se conocía, constata que será necesario derruir el área de psicogeriatría de la residencia debido a la degradación que en ella ha generado la aluminosis. Su segunda planta, algo considerado como "extremadamente grave" por la diputada, carece de vías de evacuación para los residentes.
trámites Solaguren puntualizó que la empresa a la que se le adjudique la obra de remodelación del geriátrico también se encargará de las labores de derribo. Durante el tiempo que duren los trabajos, tal y como anunció la propia diputada en una reciente comisión, 50 de sus actuales residentes serán trasladados a Lakua y los 15 restantes se repartirán en distintos geriátricos forales.
Dentro de los trámites burocráticos que está llevando el ente foral para acelerar el inicio de las obras, Solaguren anunció también que la Diputación ha iniciado conversaciones con la Tesosería de la Seguridad Social porque el suelo sobre el que se asiente la residencia es propiedad de este organismo.
En otro orden de cosas, la diputada explicó que la partida asignada en las Cuentas forales de 2011 a otra residencia, la de Ariznabarra, se destinará exclusivamente a cumplir el contrato suscrito con Quavitae, la empresa que todavía gestiona esta infraestructura que acumula más de 30 meses en huelga. Se trata de más de 6 millones de euros, una cantidad que no ha variado excesivamente respecto a los ejercicios anteriores.
Solaguren también advirtió de que el ente foral, tal y como viene sucediendo desde que dejó de derivar ancianos al centro debido al conflicto laboral, únicamente abonará a Quavitae la parte correspondiente a las plazas que se encuentren ocupadas. Actualmente, sólo lo está alrededor del 50%, entre la zona residencial y el centro de día del geriátrico.