vitoria. Cuando se cumple un año y medio desde la apertura de la autopista AP-1, parece que las cuentas por fin comienzan a salirle a la Diputación alavesa. Las mejoras introducidas en la Vitoria-Eibar a lo largo de los últimos meses, unidas a las comodidades que los conductores encuentran por el mero hecho de atravesarla, han variado la tendencia inicial que animaba a muchos de ellos a tomar vías alternativas. El proyecto de Presupuestos forales para 2011 da cuenta de esta realidad: La sociedad pública Arabat, gestora de la AP-1, prevé de cara al próximo ejercicio unos ingresos derivados del pago de peajes de 7,7 millones de euros, 2,5 más que en el actual.
Las modificaciones realizadas en la señalítica de la autopista, que han provocado un "notable" aumento del tráfico de vehículos, se encuentran detrás de este optimista vaticinio. Así lo aseguró ayer el gerente de Arabat, Unai Grajales, ante la comisión de Presupuestos de las Juntas Generales, a instancias de la popular Marta Alaña. "Las mejoras han sido tangibles a lo largo del año. Y por eso pensamos que esa tendencia al alza podrá seguir", remarcó Grajales, acompañado por el diputado foral de Obras Públicas, Luis Zarrabeitia.
El responsable de Arabat apuntó concretamente a tres mejoras puntuales, dos relacionadas con la señalización y otra con la apertura de una vía ajena, que han incidido en el impulso de la vía. Por un lado, la nueva señalítica incluida en la autopista Burgos-Armiñón, que enlaza con la AP-1 en Vitoria, y que anteriormente dirigía a los conductores hacia Bilbao a través de la A-8. Ahora lo hace a Francia, lo que ha incidido en un notable aumento del tránsito. Por otro, la señalización incluida en la propia AP-1, que también dirige al país vecino. Cuando se dio este cambio, además, ya comenzaba la campaña de verano, lo que supuso un plus para el paso de vehículos.
Por otra parte, la apertura del cinturón de Donostia en el eje norte-sur, también a comienzos de verano -concretamente en junio-, ha generado una jugosa vía de ingresos adicional a la AP-1. Grajales también aludió a la progresiva "familiarización" de los conductores alaveses y guipuzcoanos con la autopista, lo que les lleva a "valorar sus ventajas". Según aseguró el gerente de Arabat, "cada vez más personas la utilizan en detrimento de las que había".
Con el paso del tiempo, la AP-1 ha sabido reponerse a un rosario de trastornos ocasionados, primero, por los retrasos en las obras de la infraestructura y, posteriormente, el agujero económico que generó la construcción de la vía, tildada además de excesivamente cara por un buen número de conductores particulares y transportistas.
Áreas de pesaje Precisamente, el tráfico pesado y la recaudación contaron también en la sesión de ayer con un protagonismo especial por el anuncio de Zarrabeitia de que la Diputación va a impulsar el control de pesaje de este tipo de vehículos con la instalación de dos nuevos puntos fijos en el territorio, para así evitar actuaciones fraudulentas entre los conductores. Ambos se ubicarán en el entorno de la N-1: El primero junto a Agurain, en la carretera paralela a esta vía, cerca de Eskerekotxa, y el segundo próximo a la muga con Navarra, bien en la Venta de Egino o cerca de Elburgo, una decisión que se tomará en los próximos meses. La instalación de estas dos áreas permitirá a la Diputación, según estima en el proyecto presupuestario de Obras Públicas, recaudar durante el próximo ejercicio en concepto de multas 1,11 millones de euros, por los 760.000 que ingresó a lo largo de 2010. "No vamos a iniciar una campaña contra, sino que tratamos de poner el nivel de inspección de vehículos donde tiene que estar", advirtió Zarrabeitia.
Esta iniciativa devolverá a la N-I dos zonas acondicionadas para el pesaje tras la desaparición de la única con la que contaba, en Iruña-Oka, debido a unas obras. Actualmente, los Miñones se valen de dispositivos móviles para efectuar los controles.
De vuelta a la AP-1, Zarrabeitia anunció también que la Diputación no tiene previsto convocar a corto plazo el concurso destinado a gestionar un área de servicio en la vía, que en su primera convocatoria quedó desierto. El ente foral ha contactado con varias empresas, pero tras comprobar que "no existe interés" desde ningún ámbito, ha decidido tomar esta decisión.
Entre las obras en infraestructuras más importantes que tiene previsto iniciar el ente foral durante el próximo 2011, Zarrabeitia destacó las reformas de las vías que enlazan Lapuebla de Labarca y Laguardia y San Vicente de Arana con Santa Cruz de Campezo.
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