Vitoria. La digitalización de la imagen radiológica sólo reporta ventajas. Al paciente, porque reduce los tiempos de espera, sus diagnósticos son más fiables y evita la repetición de pruebas innecesarias. A los profesionales sanitarios, por la agilidad que gana su trabajo, la mejora en el seguimiento y control del usuario o la coordinación con otros compañeros. Al sistema y el medio ambiente, por la reducción de costes y la eliminación de los tóxicos productos químicos empleados en la manipulación de las placas tradicionales. Osakidetza inició en 2007 este proceso de sustitución paulatina que ya encara su recta final. Txagorritxu fue el centro pionero, después le siguieron el resto de los hospitales de la red y ambulatorios y, este pasado verano, la digitalización se implantó en los cinco centros de Osatek. En el plazo de un año, las radiografías de toda la vida se habrán eliminado por completo de la red pública vasca.

A falta de que la implantación del sistema sea al 100% en todos los centros de Osakidetza -algunos aún carecen de unidades de almacenamiento de imágenes o no han extendido el programa a todos sus servicios-, los responsables sanitarios ya han comenzado a hacer cuentas. Y ésas hablan de que las arcas públicas podrán amortizar los 18 millones de euros que costará implantar en su totalidad el nuevo sistema gracias al ahorro derivado de la supresión de los revelados: 3,3 millones de euros anuales. Los hospitales vitorianos de Santiago y Txagorritxu ya han eliminado en un 90% la impresión de placa en celuloide.

El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, acudió ayer al segundo de estos centros para conocer in situ, ejerciendo de paciente, las virtudes de la digitalización radiológica. La principal, y que supone una "verdadera revolución" para la red, es que todas las imágenes radiológicas que se realicen en la red de Osakidetza podrán ser visualizadas desde cualquier hospital o ambulatorio de Euskadi al quedar registradas en los historiales. Los pacientes que lo deseen, incluso, podrán llevarse de su centro un CD con el contenido de las pruebas analíticas y radiológicas para si, por ejemplo, desean recabar una segunda opinión médica en la red privada u otra comunidad. Más adelante, también a finales de 2011, los pacientes podrán acceder a sus imágenes radiológicas a través de Internet, gracias a la plataforma Osarean y mediante unas claves. El sistema sólo contendrá las radiografías realizadas, ya en formato digital, desde el pasado 2008.