llegó, habló, reventó el protocolo y convenció. Patxi Mangado, flamante ganador del galardón a la equipación dotacional de los premios del Colegio de Arquitectos Vasco Navarro por su proyecto del Museo de Arqueología de Vitoria (Bibat) aprovechó ayer la entrega de los reconocimientos para poner patas arriba la ceremonia y anunciar que no se presentará nunca más. Y lo hizo por pura coherencia, denunciando la "lotería" que suponen estos premios, las tensiones e intereses ocultos que subyacen tras cada edición y por estar convencido de que estos reconocimientos no cumplen la función para la que deberían estar destinados: divulgar la labor de los arquitectos, sobre todo, la de los más jóvenes, y reclamar el papel que estos profesionales merecen dentro de la sociedad. Sin concesiones en forma de arquitectura servilista, pero abrazando una filosofía de servicio. Se disculpó por no haber dado antes el paso, pero su discurso sirvió para abrir un debate que los escasos asistentes, en su práctica totalidad vinculados total o parcialmente a la arquitectura, convinieron con sus gestos aprobatorios en tildar de necesario. Y urgente.

Antes de lanzar sus dardos, el arquitecto navarro quiso dejar claro que, a su entender, el nivel de la arquitectura vasco navarra es "excelente". También subrayó que su crítica no se ciñe al COAVN, ya que la pérdida de credibilidad de los galardones de arquitectura se repite en todos los colegios del Estado. Explicó que los jurados se ven presionados por intereses "pseudopolíticos" de los representantes de las diversas provincias que aspiran a que un representante de su tierra se lleve el galardón. También cargó contra la arquitectura "endogámica", desarrollada para el exclusivo disfrute del gremio y llamó a sus homólogos a contrastar sus ideas con otros ámbitos inteligentes de la sociedad. "La mayor parte es pura caligrafía, no me interesa", señaló.

Lejos de suscitar reacciones airadas, las palabras de Mangado calaron entre los presentes y también entre los representantes del COAVN, que señalaron que pueden cambiarse las bases de los premios. En cuanto al Bibat, "ahí está y puede verlo quien quiera", declaró.