madrid. Los españoles ven "negro" el futuro de este país. Tanto es así que la preocupación primordial de los españoles en estos momentos es el trabajo, para el 26,3%, incluso por encima y seguido de la salud, el empleo de un familiar y la crisis económica en general.
El 28% de los interpelados manifiesta que su calidad de vida ha empeorado, sobre todo, debido a que los ingresos son menores o a que su salud se ha visto deteriorada, y el 44% de la población sufre más estrés y tensión que hace dos años debido a la crisis económica, lo que les hace dormir cada vez peor, y más de la mitad de los españoles afirma que ha tenido que cambiar de costumbres o renunciar a algo, como los viajes y el ocio.
miedo a perder el empleo Casi la mitad de los trabajadores por cuenta ajena teme perder su empleo en el próximo año (44,3%), el 75% de autónomos y empresarios sospecha que la situación laboral irá a peor y el 86,2% de los desempleados ve difícil encontrar un puesto aceptable.
Todos estos datos se desprenden de un estudio de la Fundación Pfizer sobre el impacto de la crisis económica en los sistemas de protección social y en la salud y calidad de vida de los españoles, basado en 1.200 entrevistas realizadas en octubre de 2010, y que se presentó ayer en el VII Foro de Debate Social. Los expertos que asistieron a la reunión coincidieron en que la población española está "asustada", con un "temor" que modulará las conductas económicas de este país, apuntaron, entre otros, el ex ministro de Sanidad y Consumo Julián García Vargas y el consejero del Comité Económico y Social de la UE José María Zufiaur.
El doctor Enrique Baca, especialista en Psiquiatría y Neurología, confesó ayer que "el miedo al futuro" que muestran los ciudadanos actualmente se puede materializar en "paralización".
Esta "situación anímica" de los españoles no tiene porque ir ligada a hechos objetivos, teniendo en cuenta que casi la mitad de los encuestados declara que su situación personal y familiar es en la actualidad igual que hace dos años.
pavor a la crisis Sin embargo, el pavor ante la crisis se confirma en la encuesta. "Del temor se puede pasar a la desesperanza y de ahí a la rabia social, que hará que el problema sea infinitamente peor", vaticinó Baca.
Los porcentajes de preocupación de los españoles que arroja la encuesta en cuanto al posible deterioro de los servicios sociales son muy elevados, debido al dañado contexto económico.
Mientras que para la mitad de los ciudadanos la atención sanitaria ha alcanzado un nivel bueno o muy bueno, al 70,1% le preocupa su posible deterioro a corto y medio plazo.
No obstante, para seis de cada diez la calidad de la atención médica que ha recibido en 2010 no se ha visto modificada con respecto a años anteriores.
Al 69,9% de la población le inquieta que empeore el sistema educativo público; el 73,2% siente lo mismo respecto a las prestaciones y pagos a jubilados y pensionistas, y el 73,7% sobre los subsidios y atención a los desempleados.
En cuanto a los hábitos alimentarios, el 74,6% opina que son los mismos, mientras que el 32,2% reconoce que ha tenido que modificar la cesta de la compra habitual debido a la crisis, sobre todo comprando más barato.