vitoria. Aunque las matemáticas acostumbran a ser exactas, en ocasiones resulta complicado traducir con precisión en números conceptos tan complejos como la pobreza o tan eufemísticos como la "ausencia de bienestar". El Instituto Vasco de Estadística, Eustat, ha procesado los datos económicos de la CAV, los ha comparado con el resto de las nacionalidades europeas y ha llegado a la conclusión de que Euskadi se encuentra a un 21% de distancia del bienestar. O lo que es lo mismo, a un 21% de distancia del lugar que ya no puede calificarse como pobreza.

Este porcentaje representa la separación existente entre los ingresos medios de un hogar vasco y la miseria. De esta manera, el Eustat establece que, en conjunto, la CAV está un 21% por debajo de lo que se considera no ser pobre.

panorama esclarecedor El dato, ofrecido de manera aislada, dice poco o nada de la situación económica de Euskadi, pero contrastado con las cifras que llegan de otros países dibuja un panorama más esclarecedor. La media de la UE se sitúa en un 22% por debajo del umbral de estabilidad. Cuanto menor es el porcentaje correspondiente a un estado, más próximo se halla al bienestar.

Finlandia es el país que más se acerca a esta meta, con un 14%. Austria le sigue de cerca con un 15% y, sorprendentemente, Irlanda con un 16% se cuela en el grupo de cabeza destacándose por encima de Bulgaria, República Checa, Dinamarca y Holanda, todos ellos empatados con un 17%.

Referentes europeos tradicionales como Francia -19%- o Alemania -20%-, parecen no atravesar su mejor momento económico. Aún con todo, se encuentran en mejor forma financiera que Suecia -22%-, Reino Unido -23%-, Italia -24%- y España -26%-.

Precisamente en atención al conjunto de España, de acuerdo con la información contenida en la última Encuesta de Condiciones de Vida, tres de cada diez hogares atraviesan en la actualidad "dificultades" o "muchas dificultades" para llegar a fin de mes. Cuatro de cada diez no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos y una de cada cinco personas se sitúa por debajo del umbral de pobreza relativa, lo que significa que vive con ingresos económicos por debajo del 60% de la media.