En pleno análisis de la partida a la viceconsejería de Política Lingüística destinada por el Gobierno del cambio en los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Euskadi 201, el PNV manifestó ayer su desasosiego por el rumbo de "caos y estancamiento" que el Departamento que dirige Blanca Urgell ha imprimido este ejercicio a la normalización del euskera. "No acertamos a saber si la política lingüística del Gobierno López responde a la inoperancia, a la torpeza, a la holgazanería, al odio hacia el euskera o a una mezcla de todo ello". De esta forma se expresaban ayer en el Parlamento Vasco, las responsables jeltzales de euskera, Leire Corrales y Garbiñe Mendizabal, quienes definieron la acción de Urgell a lo largo de estos 18 meses como una práctica política de "inacción y ralentización". Las parlamentarias jeltzales afirmaron que los continuos zarandeos a los organizamos y agentes sociales que trabajan por la promoción y fomento del uso del euskera no son fruto de la actual coyuntura económica sino a una estrategia definida orientada a un único objetivo, "ralentizar todo lo labrado por los anteriores gobiernos". Según el PNV dicha estrategia se basa en "reformular los decretos aplazando los tiempos, retrasar las decisiones, bajar el nivel de exigencia de las medidas o no hacer nada en muchos de los temas relacionados con el euskera y la política lingüística". En su opinión, este proceder por parte de la Viceconsejería que encabeza Lurdes Auzmendi supone una "bofetada institucional" que tiene múltiples aristas.