vitoria. La crisis económica ha provocado un descenso en el número de rupturas matrimoniales registradas en Álava a lo largo del último año. La carestía del proceso, unido a las repercusiones monetarias sobre las partes han hecho de los divorcios una opción poco tentadora en tiempos de recesión. Tanto es así que a lo largo de 2009 sólo se llevaron a cabo 651 divorcios, 106 menos que el año anterior, cuando se cumplimentaron 757 en total.

A la luz de los datos, las crisis económicas y matrimoniales son incompatibles. A medida que avanza la recesión, descienden los divorcios. Y no es que mengüen las ganas de romper, sino que muchas de las parejas que se deciden a dar el paso hacen números y caen en la cuenta de que no se pueden permitir costearse un divorcio. Pedro Cruz, presidente de la Asociación de madres y padres separados de Álava, Amapase, lo confirmó a este diario hace escasas fechas e, incluso, aseguraba que aumenta en el territorio el número de parejas que viven bajo el mismo techo estando separadas de facto porque ninguno de los cónyuges puede permitirse independizarse.

Ante este panorama, los responsables de Kidetza iniciaron hace unos meses una campaña para promover una modificación de la Ley del Divorcio que contemple la custodia compartida como norma preferente. Una decisión con la que la asociación viene a apoyar los planteamientos expuestos por el Ararteko en su informe de 2009, por el que instó al Parlamento Vasco y al Defensor del Pueblo a instar al Gobierno central a cambiar la ley.

Dentro de la CAV se ha producido un ligero descenso del número de divorcios, que pasan de los 5.193 de 2008 a los 4.811 de 2009. Sin embargo, la forma de solventar estos procesos de ruptura no siempre es de mutuo acuerdo. El nivel de contenciosidad en los divorcios en Euskadi es del 36% y se mantiene estable con respecto a los ejercicios anteriores.

En Álava se produjo un significativo recorte de la judicialización de los divorcios al caer de los 316 procesos de 2008 (un 41,7% del total) a los 233 en 2009 ( un 35,8%). Gipuzkoa, por su parte, registró igualmente una caída del 30,4% al 28,2% en su tasa de contenciosidad, pero ambos descensos quedaron compensados con el aumento de la conflictividad constatado en Bizkaia, que pasó del 39% al 41%. El perfil mayoritario de las personas que se separan es el de una pareja de menos de 45 años, con uno o dos hijos y con crédito hipotecario.