vitoria. Del monasterio de San Millán de la Cogolla salieron las primeras líneas conocidas en euskera y, sin embargo, la lengua vasca estuvo a punto de extinguirse en esas tierras si no llega a ser por el esfuerzo que hicieron los fundadores de las ikastolas de Rioja Alavesa. Gracias a estos impulsores, cada año aumentan el número de vascoparlantes. "Este año tenemos 313 alumnos, desde guardería hasta bachillerato y el año pasado tuvimos 303. Todos los años vamos subiendo", cuenta Idurre Arrieta, directora de la escuela pública Assa, de Lapuebla de Labarca, centro que sólo imparte asignaturas en el modelo D.
Se trata de un notable progreso del que aún faltan "muchos pasos" que dar para que todos los riojanoalaveses crucen la meta de la euskaldunización. "En los últimos 30 años el reconocimiento ha aumentado, pero el problema es su presencia en la calle. En el comercio o en el turismo no está impulsado", detalla Arrieta, quien lo ejemplifica con la ausencia del euskera en las visitas guiadas a las bodegas.
"Falta mucho por hacer. En su tiempo se pensó que bastaba con las ikastolas, pero falta prestigiar el euskera. Hay que concienciar a todas las entidades y presionar a los ayuntamientos para que no sea triste su presencia", destaca la directora de Assa, quien sugiere a los ayuntamientos que vuelvan a ofertar las becas para todos aquellos que se apuntan a los cursos de euskaldunización para adultos. "Cada año, seis personas de unos 35 a 40 años vienen a la ikastola a aprender euskera por los cursos que oferta Oion por todos los pueblos de Rioja Alavesa", agrega.
Una vuelta a las aulas que tiene más mérito que nunca, dado "que se pagan de su propio bolsillo el euskaltegi", matiza Arrieta. Sólo con más ayudas a los adultos se les hará partícipes de la euskaldunización para que así puedan participar de la verdadera fiesta del euskera.