vitoria. El estudio por amor al arte, o por obligación, para encontrar trabajo, es una herramienta cada vez más recurrente entre la población adulta. Lo cierto es que desde el año 1985, las cifras de estudiantes adultos han aumentado hasta cuadruplicarse. Y es que, hoy en día, cuando la demanda de profesionales y la competencia es tan alta, la formación académica resulta indispensable, y más aún en época de crisis.
Las estadísticas llaman a la reflexión. Se estima que hace un par de años había en todo el Estado cerca de 16 millones de ciudadanos que carecían de titulación básica, es decir, del graduado en Secundaria. Una cifra preocupante, si se tiene en cuenta que la población total es de 46 millones. Es por ello que cada vez se articulan más canales para tratar de que el número de habitantes que por distintas razones no pudieron terminar de forma satisfactoria sus estudios, se reduzca.
En Álava, el centro de referencia para todos ellos es Paulo Freire, perteneciente al Departamento de Educación, que tiene distintas aulas distribuidas entre Vitoria (Casco Viejo, Abetxuko, Adurza, Ariznabarra, Sansomendi o Zaramaga) y otros puntos del territorio como Dulantzi, Araia, Agurain y Rioja Alavesa. Las escuelas reciben cada año a un gran número de alumnos con la intención de obtener el Graduado; otros hacen la inscripción para prepararse de cara a las pruebas de Acceso a la Universidad para mayores de 25 años o a los ciclos formativos de Grado Superior.
La demanda para tratar de entrar al centro es creciente, como lo es todavía más el número de solicitantes que recurre a las clases de castellano (nivel básico), o también conocidas como clases de castellano para extranjeros, otra modalidad que oferta este centro. Paradójicamente, pese al repunte de solicitudes, Paulo Freire ha tenido que reducir el número de plazas, que este año académico no superará la cifra de 700. ¿La razón? Una vez más, la falta de recursos.
La existencia de estos cursos ha convertido los pasillos del centro en un auténtico escaparate de nacionalidades. Los extranjeros acuden en masa a estas aulas con el fin de aprender nociones básicas de castellano que les permitan encontrar un empleo. De hecho, un tercio de los alumnos del centro es inmigrante. Su alfabetización ha sido una de las grandes tareas asumidas por Paulo Freire en Álava, pero este año el centro se ha visto obligado a replantear su oferta en función de las nuevas necesidades.
El incremento de demandantes de Graduado en ESO, bien sea como consecuencia de la crisis o por otras razones, ha motivado una profunda reflexión. La decisión final ha sido restar plazas a otros cursos, entre ellos de castellano para extranjeros, para dárselas a los alumnos que quieran obtener la titulación en Secundaria. "Los recursos son los que son, y si aumentas las plazas de un sitio tienes que quitar de otro", explica su director, Patxi Viana.
Desde la Dirección del centro consideran que las necesidades de alfabetización de los inmigrantes están cubiertas gracias a otro tipo de recursos, como los que presta el Ayuntamiento a través de Norabide, o también mediante Cáritas, por lo que prefiere dar prioridad a otro tipo de formación que también requieren los adultos.
En total, para este curso se han registrado cerca de 3.000 matrículas, un 15% menos que en 2009 como consecuencia de este reajuste en la oferta -por cada grupo nuevo que se ha creado para obtener el Graduado, se han tenido que quitar siete del resto de cursos-. Desde el centro recuerdan que entre los alumnos sigue habiendo una parte muy importante de inmigrantes, y es que cada vez son más los que, una vez finalizada la fase de alfabetización, se animan a proseguir con los estudios en alguno de los grados ofertados en la escuela.
Concluido el primer periodo de matriculación, el centro de Educación de Personas Adultas de Álava abrirá un segundo periodo para todos aquéllos que quieran prepararse para las pruebas de Acceso a la Universidad, y también para los que quieran estudiar un ciclo formativo de Grado Superior.