vitoria. Red Eléctrica Española (REE) sigue trabajando en el trazado definitivo de la línea de alta tensión, pero la opción elegida es la que más satisface a las instituciones vascas y navarras. La empresa, según apuntaron recientemente desde el Gobierno de Navarra, ya ha pedido al Ministerio de Industria el cambio pertinente para que el recorrido no atraviese el valle de Aguilar de Codés, en Navarra, y llegue hasta una subestación en el entorno de Dicastillo. Esta posibilidad confirma que el proyecto evitase el temido impacto a la Montaña Alavesa.
El consejero navarro de Innovación, Empresa y Empleo, José María Roig Aldasoro, reveló anteayer que REE sigue trabajando tras el verano en el trazado definitivo de la línea eléctrica de 400 kilovoltios entre Castejón y Vitoria. Aunque los técnicos "aún trabajan en definir los puntos por los que pasa finalmente", todo hace indicar que se confirmará el último recorrido barajado.
A comienzos de junio, tanto el Gobierno Vasco como el navarro se mostraron a favor del proyecto Biok, presentado por el PNV, que aprovechaba las redes ya existentes para reducir el impacto al entorno. Éste consistiría, por un lado, en repotenciar el corredor entre Orkoien e Itxaso y, por otro, en abril la línea Itxaso-Barcina a Vitoria.
Esta posibilidad es la que el propio Gobierno navarro trasladó, tras el acuerdo con la Diputación alavesa, a REE. La prioridad del Ejecutivo foral, encabezado por Miguel Sanz, era mejorar el suministro de Tierra Estella -donde las protestas no han llegado al nivel de Álava-, para la que se creía necesario la construcción de la mencionada estación de 400 kv en Dicastillo, que estaría conectada a la línea ya construida entre Castejón y Muruarte. Pero, además, la infraestructura también se uniría con la Cuenca de Pamplona a través de una nueva línea de 400, blindando así el desarrollo urbanístico de la capital navarra y alejando las torres del aeropuerto de Noain.
Esta propuesta era coherente, además, con la barajada por REE, que por su parte pretende con esta operación garantizar el suministro a las dos capitales, mallar la red de alta tensión en Vitoria, conectar Euskadi y Navarra e instalar la mencionada estación en el entorno de Tierra Estella. De ahí que no viera con malos ojos el nuevo proyecto.
En Álava, mientras, la noticia se recibió como un triunfo, puesto que suponía un descanso tanto para la Montaña Alavesa como para el corredor de la N-I. La elección de Biok se interpretó como un triunfo de la presión social, que desde la Diputación a los ayuntamientos y las entidades locales había protagonizado numerosas movilizaciones, como del trabajo de cocina institucional. La red sigue ahora quemando etapas hasta confeccionar su esperado trazado definitivo, que se mira con lupa tanto en Álava como en Navarra.