vitoria. La crisis es una apisonadora que se lleva por delante todo lo que pilla. También las ilusiones de varias familias que aspiraban a una Vivienda de Protección Oficial. Según los datos del Departamento vasco de Vivienda y Obras Públicas, el año pasado la edificación de estos hogares se redujo en un 44% (se construyeron en total 3.067 pisos). Asimismo, cerca de un 40 % de los agraciados tuvo que renunciar a sus viviendas públicas.
La política de VPO, que seguía un crecimiento imparable desde el año 2000, se ha visto drásticamente afectada por la recesión económica. Así, la reducción del plan de vivienda que en los últimos años ha concentrado cerca del 70% de los pisos construidos ha provocado que muchas personas vean alejados sus sueños de independizarse, ya que para la gran mayoría, sobre todo los jóvenes, acudir al mercado libre de la vivienda se ha convertido en una utopía.
Tal circunstancia se deja ver en su plenitud en la provincia, donde la construcción de los pisos públicos se ha reducido en los dos últimos años más de un 50%. Así, se ha pasado de construir 3.067 viviendas en 2007, a 1.503 en 2009. Sin embargo, a pesar de ello, la situación del territorio histórico sigue siendo privilegiada en comparación con la de sus vecinos. Según el Gobierno Vasco, Álava aglutinó durante el último curso más del 50% de los pisos públicos, una tendencia que encabeza desde 2005, año en el que tomó el testigo del Gran Bilbao. Sólo el año pasado, en Álava se iniciaron casi un 70% más de pisos VPO que en Bizkaia, que fue la peor parada en 2009, por otro lado, la diferencia con Gipuzkoa fue menor y se situó en torno al 40%.
Pero la crisis hace estragos y, por ese motivo, muchos ciudadanos tuvieron que dejar pasar la oportunidad de sus vidas. En 2009, y por segundo año consecutivo, aumentaron inmensamente las renuncias a los pisos públicos. El cierre del grifo del crédito provocó que en Euskadi se rechazasen el 35% de los pisos. Lamentablemente, Álava se situó a la cabeza y fue el territorio que más renuncias acumuló, cerca de un 40%.
La mayoría de los agraciados, que posteriormente tuvieron que retirarse, prefirió no especificar las razones que les llevaron a ello. Éste fue el caso del 40 %. Por otra parte, un 12% rechazó el inmueble alegando que el precio era muy elevado. Sin embargo, todo indica que la crisis es el detonante de este abandono, ya que un 16% de los que dijeron no, alegó problemas económicos y financieros. Estos datos demuestran que, desde hace un par de temporadas, las entidades bancarias se muestran más precavidas a la hora de conceder hipotecas. Más aún a los agraciados con la VPO, ya que precisamente este tipo de clientes suelen ser los que menos recursos disponen.