Palma. Un joven italiano de 25 años murió ayer al precipitarse desde un séptimo piso de un edificio hotelero situado en la zona de la Playa d"en Bossa, en la isla de Ibiza, según informaron fuentes del 061.

Estas mismas fuentes no pudieron precisar la identidad de la víctima ni las circunstancias de su caída, aunque se relaciona el suceso con el balconing, práctica por la que seis a jóvenes turistas han muerto en Baleares este verano tras tirarse al vacío desde los balcones de los establecimientos en los que se alojaban.

Los servicios de emergencias recibieron a las 7.10 horas de ayer el aviso de que una persona se había precipitado al vacío. Pero, el equipo sanitario de urgencias que llegó hasta el lugar tan sólo pudo certificar el fallecimiento del joven, debido a las graves lesiones que había sufrido en la caída.

De momento, la Policía local y la Guardia Civil investigan el suceso, en el que tuvo que intervenir un equipo de psicólogos, según el 061.

nuevas medidas La polémica desatada este verano en torno a este tipo de sucesos ha empujado a los hoteleros de Baleares a plantearse nuevas medidas para evitar que los jóvenes turistas que se hospedan en sus establecimientos salten de un balcón a otro o a la piscina.

Este tipo de accidentes se vienen registrando habitualmente todos los veranos desde hace unos años en Baleares, especialmente en Mallorca, Ibiza y en las zonas de residencia de los turistas españoles y europeos más jóvenes. Una práctica temeraria en la que jóvenes imprudentes buscan emociones fuertes donde no deberían y que ha aumentado por imitación en el último año. Una moda del turista extranjero a la que se ha denominado balconing.

En lo que va de año hay seis muertos a causa de esta peligrosa moda en el archipiélago balear, donde se concentran los casos de precipitados directos, especialmente en la isla de Mallorca e Ibiza.

De hecho, desde el último caso registrado hasta ayer tan sólo ha pasado una semana. El día cinco en Mallorca Kevin Anthony, un británico de 26 años, murió al caer desde el quinto piso de unos apartamentos. El suceso ocurrió en torno a las 7.40 horas cuando la víctima celebraba una fiesta junto a sus amigos.

Y es que los expertos relacionan este peculiar deporte de riesgo con el alcohol y drogas entre los turistas extranjeros más jóvenes. Además, se propaga por imitación. Como consecuencia lógica, aumenta el número de urgencias sanitarias y el gasto médico.