vitoria. La decisión de las instituciones de prohibir el consumo de tábaco en los espacios públicos cerrados a partir del 1 de enero de 2011 traerá mucha cola. Los hosteleros alaveses consultados por este diario se muestran profundamente enojados y exigen a las instituciones una revisión de una Ley que, advierten, puede mandarles a la ruina. Las posturas se intuyen irreconciliables, y el debate largo, hasta la entrada en vigor de la nueva norma. En este sentido, la Asociación de Empresarios de Hostelería de Álava reaccionó ayer y mostró su profundo malestar por este nuevo código que, aseguraron, "pondrá en peligro cientos de puestos de trabajo". Los representantes de los hosteleros del territorio explicaron ayer los detalles de la reunión que el martes mantuvieron los representantes del sector con la consejera vasca de empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta.

En ella, entre otras cosas, los profesionales del sector "exigieron" compensaciones económicas por las inversiones realizadas en 2006, fecha de la puesta en marcha de la primera Ley Antitabaco. Aquella norma daba libertad de elección a los dueños de locales de menos de 100 metros cuadrados y permitía el tabaco en los bares con una superficie superior si habilitaban una zona de fumadores señalizada y separada del resto. Esta fue la medida adoptada por la mayoría de los locales superiores a la mencionada superficie y que ahora se ven obligados por el Ejecutivo autonómico a clausurar estos espacios que tan caros resultaron.

Los hosteleros advirtieron que las instituciones "tendrán que tener mucho cuidado y hacer una normativa perfecta porque, como tenga algo susceptible de ser recurrido en el ámbito judicial o administrativo, lo haremos". Por otro lado, dejaron claro que el sector no está a favor del consumo de tabaco, pero lamentaron la ya habitual prohibición a base de decretos.

Asimismo, mostraron su malestar por la, a su juicio, excesiva prisa con la que se pretende erradicar los malos humos, más aún cuando "no ha existido una labor previa de formación, información y de actuaciones preventivas" una medida que según la asociación hubiera reducido el consumo y concienciado a la sociedad en la adopción de conductas más saludables. Por este motivo, exigieron al Ejecutivo que la norma que se apruebe goce de un plazo de tres meses para su plena vigencia, tiempo imprescindible según indicaron para divulgarla y explicarla. Otra de las reinvidicaciones del sector es que las sanciones administrativas "recaigan directamente en el infractor", exculpando de toda culpa a los locales.

Ocio nocturno Sin perder de vista los postulados de la nueva legislación, los hosteleros consideraron que las instituciones deberían permitir a los establecimientos nocturnos fumar a partir de determinadas horas, considerando que a partir de las 23.00 horas estos locales deberían estar "temporalmente exentos de la aplicación de esta norma".