laguardia. Aunque la plaza de la Torre Abacial, en Laguardia, tiene generosas dimensiones, ayer al mediodía apenas cabía un alma más. El maridaje entre el bonito del norte y los vinos de Rioja Alavesa atrajo a muchos visitantes deseosos de degustar esa mezcla de sabores que se saldó con una matrícula de honor. Aunque el acto se enmarcaba dentro de la programación que culminará el día 12 con la Fiesta de la Vendimia, la capital de Rioja Alavesa mantiene desde hace años el hermanamiento de los vinos de la comarca con productos vascos que gozan de la protección del sello Euskolabel. Desde el año 2004 se han realizado actos similares con el Idiazabal, la alubia pinta alavesa, el pollo de caserío, la patata alavesa, la carne de vacuno y, el año pasado, con la trufa de Álava.

El acto comenzó con una cálida recepción, sobre un escenario frente a la Torre, de las autoridades firmantes del hermanamiento y de los testigos del compromiso de promover el consumo conjunto de estos productos. En primer lugar, Luis Mokoroa, de las Cofradías Vascas de Gastronomía, tomó juramento al Presidente de la Cuadrilla de Laguardia-Rioja Alavesa, Alfonso González, y a Leandro Azkue, en representación de las Cofradías de Gipuzkoa del cumplimiento del compromiso. Y para que no quedaran dudas, firmaron como testigos de este encuentro Estefanía Beltrán de Heredia, diputada de Agricultura, los viceconsejeros de Pesca y Agricultura, Jon Azkue y José Luis Anda, y la alcaldesa de Laguardia, María Jesús Amelibia, quien cerró el acto realizando un llamamiento para acudir a la Fiesta de la Vendimia de Rioja Alavesa, que se celebrará en Laguardia. Posteriormente, un grupo de teatro realizó una parodia sobre la conveniencia de consumir ambos productos, narrando un ficticio encuentro entre el pez y el vino que acabó en maridaje.

Mientras, en un extremo de la plaza un grupo de voluntarios, con una enorme parrilla se afanó en asar sabrosas piezas de bonito del norte con label, que llegaron justas para cubrir los mil pintxos previstos. El bonito del norte y el atún rojo con Eusko Label son pescados de calidad capturados por barcos vascos de uno en uno, sin redes y con artes de pesca tradicionales: caña y cacea o curricán. Estos métodos, además de mejorar la calidad del pescado, garantizan la sostenibilidad de los caladeros.