vitoria. Pequeño Saint Andrews. Con este cariñoso nombre se conocía al que fue el primer campo de golf que existió en el territorio histórico. En la actualidad es más conocido como Larrabea. Han pasado más de veinte años desde que una docena de amigos aficionados al golf decidieran en 1986 aunar esfuerzos para encontrar un lugar propicio para la ubicación de un campo donde practicar este deporte en Álava, y que no quedara muy alejado de la capital de Euskadi. Hasta entonces, los aficionados a este deporte se veían obligados a jugar en campos de provincias limítrofes, como Zarautz o Ulzama. Ha llovido mucho desde entonces y la realidad es que hoy en día, son otros los que viajan desde sus respectivas provincias de origen, e incluso desde el extranjero, a Álava para la práctica de este deporte.
Lo cierto es que el golf se ha popularizado tanto en los últimos tiempos que se ha convertido en una importante baza para el turismo local. De hecho, según Jon Ander Sánchez, profesor de golf en el campo de Izki, en torno a un 20% de los golfistas que practican este deporte en los campos alaveses se desplazan hasta el territorio exclusivamente para jugar al golf. "Este año han pasado por aquí, en los meses de julio y agosto, unas 2.500 personas de fuera, que han venido únicamente para practicar este deporte", explica. Muy lejos queda ya aquella época en la que incluso el famoso Trofeo Perretxico se celebraba fuera de la CAV.
A pesar de que las instalaciones provinciales siguen acogiendo principalmente a golfistas de Álava o del resto de Euskadi y Navarra, cada vez más extranjeros viajan hasta el territorio histórico para practicar su mejor swing. "Principalmente vienen franceses, catalanes y madrileños, además de gente de Santander, gracias al convenio que tenemos con Britanny Ferries", especifica Sánchez.
Por otro lado, María Isabel Benito, propietaria del Hotel Urturi Golf -situado junto al complejo de Izki-, asegura que existe un tipo de turismo ligado al golf. "Nosotros vivimos de eso". También en el Hotel Jardines de Uleta están convencidos de que el golf es un "gancho" para el turista. De hecho, ofertan una promoción de Descanso y golf en el que se incluye el green fee.
Golf y negocios Vanessa Velazco, responsable del campo de Zuia, asegura que la gente que practica golf es muy itinerante. "Muchos empresarios que vienen a la ciudad para alguna reunión aprovechan sus ratos libres para venir a jugar".
En la actualidad, este deporte que antaño estaba reservado para las clases altas y pudientes de la sociedad, ha perdido ese aire elitista y gracias, entre otras cosas, al descenso de los precios, se ha extendido tanto que, si hace unos diez años la Federación Alavesa de Golf contaba con unos 3.000 federados, hoy son 5.000 las personas registradas.
De hecho, el golf ha dejado de ser un deporte propio de aquellos que peinan canas y cada vez más jóvenes se animan a practicarlo. Ander Padura, gerente de campo de Larrabea, asegura que en estos últimos veinte años los jugadores de golf en categoría infantil han aumentado cuatro o cinco veces más. "Las cosas han cambiado mucho: antes venían los hombres solos a practicar el golf y ahora viene la familia entera a pasar el día en el campo", explica.
Lo cierto es que por menos de cuatro euros la hora, los más pequeños pueden acercarse a conocer este deporte en Izki -único campo público de Álava-. "Hoy comienza el club infantil de golf para niños y ya tenemos 61 inscripciones", informa Sánchez. "Además, la Federación Alavesa de Golf ha hecho un importante trabajo a la hora de acercar este deporte a la gente", asegura.