vitoria. Los conductores son cada día más conscientes de los peligros que encierra ponerse al volante de un turismo tras haber bebido alcohol o subirse a una motocicleta sin ajustarse el correspondiente y reglamentario casco. Normas elementales de seguridad en la conducción cuyo arraigo ha tardado en calar entre la población, pero que a la luz de los datos ofrecidos por el Gobierno Vasco ya se han afianzado definitivamente.
De acuerdo con los datos facilitados por el Servicio de Estadística de Lakua, los pilotos de scooters y motocicletas que circulan por las carreteras de la comunidad autónoma sin vestir el preceptivo casco y que además de exponerse a una severa multa se arriesgan a sufrir lesiones de máxima gravedad, son franca minoría. El porcentaje de moteros con conciencia que portan este elemento de seguridad en sus desplazamientos ha aumentado de forma progresiva a lo largo de los últimos años. En 2003 sólo el 71,7% de ellos lo usaba, pero en la actualidad lo lleva el 89,4%.
Ha sido necesario remontar dos pequeños baches antes de alcanzar la consolidación en el empleo masivo del casco. El primero tuvo lugar en 2004, cuando cayó algo más de un 2% su uso, pero rápidamente remontó y al año siguiente retomó su tendencia al alza. Entre 2007 y 2008 volvió a tener lugar un retroceso, en esta ocasión del 1%, pero entre 2008 y 2009 este elemento recuperó todo el terreno perdido y lo aumentó en un 5%.
pruebas de alcoholemia Los expertos en seguridad vial del Ejecutivo autonómico han constatado que en los accidentes con víctimas de ciclomotores y motocicletas ha aumentado de forma importante el porcentaje de personas que utilizan el casco. Paralelamente, se han producido grandes avances en la concienciación de los conductores de turismos y vehículos pesados en relación con el consumo de bebidas alcohólicas. Prueba de ello es que ha descendido la tasa de alcoholemias positivas en los controles preventivos llevados a cabo por la Ertzaintza. Un descenso vertiginoso según las gráficas elaboradas por el Gobierno Vasco, ya que han pasado de un 6,7% de resultados positivos en 2003 a un 3,4% en 2009. Todos los años intermedios se redujeron los índices a excepción de 2007, año en el que se repitió el mismo índice de 2006: un 4,2%. Actualmente, de acuerdo con las informaciones divulgadas por la Oficina Europea de Estadística, Eurostat, la red viaria de la CAV cuenta con unos niveles de seguridad equivalentes a los mejores países de la Unión Europea y sus tasas de mortalidad en carretera son parejas a las de Holanda, Suecia y Reino Unido.