vitoria. Se acabó eso de echarle la culpa al coche, a la meteorología o al mal estado de la carretera. Los estudios cantan y la melodía que descubren es que es el conductor el que debe entonar el mea culpa en casi el 72% de los accidentes que se producen en Álava. Así lo desvela el último estudio de accidentalidad en el territorio que el Departamento de Obras Públicas y Transportes de la Diputación ha realizado para frenar la siniestralidad en la red viaria de la provincia desde el conocimiento de la realidad.

Así las cosas, el informe referido al lustro 2004-08 y al que ha tenido acceso este periódico indica que los principales factores por lo que se produjeron estos sucesos se deben a la distracción (37%), una velocidad inadecuada (22,9%) o la infracción de una norma de circulación (12%). Todas ellas circunstancias que dependen directamente de quien maneja el vehículo. Estos tres factores, además, se repiten como los más concurrentes cuando los incidentes terminaron con la vida de alguno de los implicados.

En el otro extremo, tan solo 36 de los 1.750 accidentes con víctimas registrados en ese periodo de tiempo se debieron a causas relacionadas con el estado o señalización de la red viaria, situando este aspecto como el de menor incidencia dentro de la estadística.

Precisamente como consecuencia de estos elementos, se produjeron accidentes de distinta naturaleza. Según analiza el informe, prácticamente nueve de cada diez siniestros con víctimas fueron causados por una salida de vía o colisiones entre vehículos. De hecho, el 47% de los 1.750 casos se refiere al primer elemento y el 40,8%, al segundo. Por detrás figuran otros como el choque del vehículo con otro obstáculo, atropellos o vuelcos.

mejorando Sin embargo, a la hora de concluir los tipos de sucesos de mayor gravedad, el atropello es el que termina con la vida de alguno de los implicados en más ocasiones, seguido de la colisión entre vehículos o con un obstáculo. Por su parte, el vuelco es el que menos víctimas mortales registra.

Parece ser que las campañas de concienciación, las reformas realizadas en la red alavesa de carreteras y las nuevas leyes han conseguido mejorar los datos en los últimos años. Y es que el número de accidentes con víctimas y la cifra de víctimas totales acaecidos en la red viaria alavesa ha experimentado un descenso generalizado. Así las cosas, mientras que en 2004 se registraron 385 siniestros con víctimas en los que se vieron implicadas 600 personas, en 2008 esta cifra se vio reducida a 300 accidentes con 459 implicados. Sólo el 2007 enturbia esta estadística debido a un aumento del 4,4% con respecto al año precedente, que situó el número de accidentes con víctimas en 359 y 553 afectados.

Sin embargo, y a pesar de estos buenos datos en lo que a siniestralidad en general se refiere, no se ha logrado estabilizar la misma tendencia descendente en la cifra de fallecidos en las carreteras alavesas. Y es que la oscilación en este periodo es constante. Así las cosas, sí es cierto que desde 2006 se ha logrado mantener por debajo de 20 el número de fallecidos -en 2004 se lamentaron 21 pérdidas y en 2005, 26-. La mejor cifra de los últimos ejercicios se vivió el año pasado cuando se contabilizaron diez víctimas mortales. Aunque como el propio diputado de Transportes y Obras Públicas, Luis Zarrabeitia, dijo en su día, "uno ya es demasiado".