vitoria. La asociación española Vigilantes Asociados ha salido en apoyo de Raúl, el escolta vitoriano que lleva ya más de una semana en huelga de hambre para reivindicar una reducción de jornada con la que poder cuidar de su hija. El colectivo denuncia que el Gobierno Vasco permita que las empresas de seguridad privada a las que contrata desarrollen el servicio "en condiciones infrahumanas".
Asimismo, la asociación critica duramente en un comunicado al Departamento de Seguridad Privada del Cuerpo Nacional de Policía de Vitoria por no haber realizado "las inspecciones pertinentes" para verificar si el trabajo de los vigilantes se desarrolla según las condiciones acordadas. Considera que los horarios de ciertos escoltas que prestan su servicio en Euskadi son excesivos, por lo que solicitan la "implicación política y social" para solucionar su situación laboral.
El colectivo muestra así su apoyo y solidaridad con el guardaespaldas de la compañía privada Sabico, que el pasado día 16 de agosto inició una huelga de hambre para solicitar medidas que le permitan conciliar su vida laboral con la familiar. Los problemas de Raúl surgieron a raíz del nacimiento de su hija. Fue entonces cuando pidió un replanteamiento de su jornada para poder pasar más tiempo con la pequeña. La empresa le ofreció la posibilidad de trabajar 15 días al mes en lugar de los 17 pactados, pero ello no aliviaba su jornada laboral, que alcanzaba las 17 horas diarias de media. El escolta decidió entonces reclamar un cambio de destino; un puesto en el que no fuera necesario invertir tantas horas al día, pese a que ello conllevaría renunciar a una parte proporcional de su sueldo, algo a lo que estaba dispuesto.
El trabajador elevó la cuestión a los juzgados ya que la empresa desestimó esta opción. Sin embargo, el tribunal falló en su contra por lo que desde entonces, convencido de que la Ley le ampara y de que tiene derecho a beneficiarse de una reducción de jornada, ha iniciado una serie de movilizaciones, entre ellas la huelga de hambre.
El colectivo que agrupa a los escoltas españoles bajo la denominación Vigilantes Asociados advierte de que trabajar en estas condiciones pone en "grave riesgo" la seguridad de los guardaespaldas y de sus protegidos. En este sentido, critica al Gobierno Vasco, que subcontrata a este tipo de empresas privadas, por permitir que los servicios de escolta se desarrollen en "condiciones infrahumanas de exceso de horarios y con mínimos imprescindibles" para realizar el trabajo con ciertas garantías.
Al Cuerpo Nacional de Policía le recuerda el "intrusismo profesional" existente en el sector, y asegura que se han presentado más de una veintena de denuncias por parte de esta asociación o por particulares denunciando este tipo de situaciones que sólo favorecen los intereses económicos de las empresas de seguridad.
De hecho, si bien admite que Sabico es la "única causante y culpable" de esta situación por haber vulnerado distintas leyes, como las de Prevención de Riesgos, Conciliación, Igualdad o el reglamento de Seguridad Privada, lamenta que ningún organismo público haya mediado en el conflicto, salvo a la hora de darle la razón a la empresa "con conocimiento de causa" de que estaba incumpliendo la legalidad.