Así lo demuestran, al menos, los primeros balances. Y es que durante los meses de junio y julio, los centros forales registraron un total de 43.853 estancias. Una cifra que se refleja en unas 12.000 personas, teniendo en cuenta que en la campaña de colonias infantiles muchos pasan varios días alojados en los distintos centros.

Los datos son especialmente satisfactorios en el primero de los periodos, que es el que se corresponde con la reserva de turistas. Es precisamente en este inicio de la temporada cuando hay un aumento de las pernoctaciones. Así las cosas, los albergues forales sumaron una ocupación del 52%, ocho puntos por encima de los datos del año pasado, con un total de 12.079 estancias.

Precisamente los vecinos de Bizkaia y Gipuzkoa son los que han preferido los albergues alaveses como destino. Y es que seis de cada diez alojados llegaban de estos territorios próximos. Por su parte, un 20% provenía de Álava, mientras que un 6% lo hacía desde Navarra y el 8% restante de otros puntos. Los visitantes eligieron entre las más de 760 plazas que ofrecen los albergues forales de Zuhatza, Barria, Espejo y el vitoriano Carlos Abaitua, cuatro centros que la Diputación pone a disposición de los interesados en función de las necesidades y los diversos intereses de la zona.

Y si bien estos lugares comenzaron la campaña estival con la buena noticia de un aumento en su ocupación, la tranquilidad se fortaleció a lo largo del mes de julio, cuando el programa de colonias aseguró una edición más el lleno. En este periodo los centros forales registraron 19.695 estancias, lo que supone un uso total de estos espacios si se tiene en cuenta que hay unos días en los que permanecen vacíos para hacer la limpieza de los cambios de turno de los programas Udaraba.

era internet Todo hace indicar que la nueva inclinación por alojarse en los albergues de la Diputación puede deberse no sólo a lo precario de algunas economías familiares, sino también al buen estado del que gozan los centros forales.

Y es que el Ejecutivo foral ha realizado varias inversiones para ampliar el número de plazas, para adaptarlos a los criterios de movilidad, para renovarlos -cuyo máximo exponente es el albergue de Espejo- y para integrar las nuevas tecnologías. De esta forma, ya se consiguió que en 2009 se produjera un incremento del 6,5% en el número de pernoctaciones con un total de 87.245 estancias por las 81.860 de 2008.