BILBAO.- El consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, a través de un comunicado, ha mostrado su solidaridad al vecino y ha condenado "de manera rotunda" este nuevo ataque, "realizado por el entorno de ETA", según ha asegurado.

Esta nueva agresión, ha recalcado el consejero vasco, "evidencia una vez más la naturaleza fascista de ese mundo y de sus integrantes, que no dudan incluso en utilizar prácticas mafiosas para tratar de amordazar a la sociedad, un objetivo no van a conseguir".

El artefacto estaba colocado en la puerta de la vivienda de este vecino, en el barrio de Altamira, y ha causado escasos daños materiales, limitados al ennegrecimiento de la puerta, que no han sido descubiertos hasta primera hora de la mañana.

Alrededor de la vivienda se han encontrado también varios panfletos con la inscripción "chivato" y una diana dibujada.

La Ertzaintza cree que este "nuevo ataque de kale borroka" está ligado a la acusación que, según ha informado, se viene realizando a este vecino desde el "entorno abertzale radical" de haber colaborado en 1995 la detención de dos personas acusadas de la quema de un autobús.

Interior ha recordado que en 1997 este mismo vecino sufrió el incendio de una furgoneta de su propiedad.

El incidente con el que se relaciona a esta persona, según ha explicado Interior, ocurrió el 26 de septiembre de 1995, cuando una decena de encapuchados incendiaron un autobús en el barrio bilbaíno de Altamira.

Entonces la colaboración de varios vecinos permitió que la Policía Local arrestara minutos después a dos de los participantes en el ataque, dos mujeres jóvenes, que al año siguiente fueron condenadas a una pena de dos años y cuatro meses de prisión, en sentencia de la Audiencia Provincial de Bilbao.