vitoria. Las denuncias por desapariciones de personas constituyen el pan de cada día en las comisarías de la Ertzaintza. Aunque son pocos los casos de desaparecidos que trascienden a los medios de comunicación, bien por su gravedad o por lo destacado de las circunstancias que les rodean, lo cierto es que la Policía autonómica ha tramitado en lo que va de año más de un millar de estas denuncias, concretamente 1.487. La mayor parte de ellas se solucionan en cuestión de horas y muchas tienen como protagonistas a menores fugados de centros de internamiento. Al cierre del ejercicio, el número de desaparecidos suele superar los 2.000, si bien las autoridades advierten de que más del 85% de ellos son encontrados a lo largo de los primeros quince días. El grado de resolución de las desapariciones en la CAV ronda el 96%.
La desaparición de menores de 18 años representa más o menos la mitad del total, si bien muchas veces se trata de jóvenes que reinciden, sobre todo en el caso de acogidos en centros educativos o en pisos de acogida, por lo que la cifra final se dispara. Las causas de su desaparición suelen ser de lo más variadas y abarcan desde las desavenencias familiares hasta los problemas con los estudios o la falta de adaptabilidad de los menores en los mencionados centros y pisos.
A medida que avanzan los días sin progresos en la investigación, la posibilidad de encontrar a la persona desaparecida disminuye de forma exponencial. No obstante, la Ertzaintza precisa que resulta tremendamente difícil establecer una estadística absolutamente fiable acerca del número de personas que todavía permanecen en archivos policiales como desaparecidas, ya que hay apariciones que, en ocasiones, no se comunican y el caso continúa abierto de una manera ficticia.