Vitoria. Hasta 2013, el ramadán caerá en verano. Al igual que este año, el ayuno coincidirá con la época en la que el sol más aprieta, por lo que los trabajadores musulmanes tendrán más difícil no dar un sorbo de agua.
En el Estado, una empresa puede conceder un día libre por una fiesta religiosa, pero nada obliga a adaptar los horarios laborales según las creencias de los empleados para así conciliar el ramadán.
El debate surgió esta semana en Lleida cuando los empresarios de la fruta se blindaron contra esta práctica. 400 recolectores firmaron un contrato que eximía al empresario de cualquier responsabilidad por accidente en el mes de ayuno. Sin embargo, la inspección de trabajo leridana restó validez al documento al considerar que el artículo 14 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece que el empresario deberá garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores a su servicio.
La última palabra la han dado el Centro de Información de Trabajadores Extranjeros (CITE) de CCOO y la Asociación de Ayuda Mutua entre Inmigrantes (AMIC) de UGT de Cataluña, quienes apuestan por regular la práctica del mes de ramadán mediante convenios colectivos que flexibilicen el horario laboral de los empleados.