islamabad. Las inundaciones, que han dejado atrás una dramática situación sanitaria en el norte de Pakistán con miles de casos de diarrea o infecciones de la piel, anegaron ayer cientos de pueblos en el sur paquistaní tras agrietar dos importantes presas. "La mayoría de los afectados sigue sin recibir atención médica días después" del inicio de la crisis, explicó ayer el subdirector de Salud de la Media Luna Roja en Pakistán, Irfan Ullah.

Según datos facilitados por Ullah, de 15.000 pacientes tratados por sus equipos, la mayoría padecían diarrea, sarna u otro tipo de enfermedades de la piel. La ONU, por su parte, confirmó el viernes la existencia de al menos 5.000 casos de diarrea.

Michael O"Bryan, portavoz en el país surasiático del Comité Internacional de la Cruz Roja, explicó que "las inundaciones han contaminado el agua en amplias zonas".