BILBAO. El Gobierno vasco ha detectado deficiencias en 24 de los 219 taxímetros inspeccionados el pasado año en la comunidad autónoma vasca. Tras la inspección, sólo en cuatro casos persistieron las anomalías, aunque, posteriormente, en tres de ellos se subsanaron antes de que se iniciara el correspondiente expediente sancionador.

En Euskadi existen 2.084 licencias de taxi y todos los profesionales del sector tienen la obligación de pasar una verificación anual en sus taxímetros, según ha recordado en un comunicado el Departamento de Industria, Innovación, Comercio y Turismo.

La campaña de vigilancia puesta en marcha en el año 2009 revisó taxis en las paradas oficiales y principales de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa. En Araba, se inspeccionaron taxis en Gasteiz, Amurrio, Laudio y Agurain.

En Gipuzkoa, el control se practicó sobre los taxis de Donostia, Eibar, Errenteria, Lasarte, Irun, Hondarribia, Pasaia y Leza.

En Bizkaia, los taxímetros controlados fueron los de paradas de Bilbao, Barakaldo, Erandio, Sondika, Portugalete, Galdakao, Santurtzi, Basauri, Mungia, Sestao y Getxo.

EXPEDIENTE SANCIONADOR

En los 219 taxis inspeccionados se detectaron 24 deficiencias. De éstas, 20 correspondían a taxistas que tenían la verificación anual obligatoria caducada y cuatro a una mala colocación del precinto. En el plazo de un mes, todos los taxistas afectados subsanaron los defectos de su taxímetro, a excepción de cuatro, tres de Gipuzkoa y uno en Araba.

En relación con el taxista de Araba, se han iniciado los trámites para abrirle un expediente sancionador debido a su reincidencia en el incumplimiento de someterse a la verificación anual obligatoria. Los tres de Gipuzkoa, en una fase posterior, y ante la posible incoación del expediente sancionador, reaccionaron rápidamente realizando la verificación periódico obligatoria.

CONTROLES

El examen periódico al que deben someterse estos vehículos revisa si el aparato produce errores, y en ese caso, si están dentro del margen de tolerancia del equipo. Pasada la verificación, se coloca una etiqueta identificativa, un precinto que evita cualquier tipo de manipulación, y se rellena un boletín en el que se indica, entre otros datos, los resultados y la fecha de la verificación.

Como en muchos otros aparatos a lo largo del año, el Gobierno vasco desde su Departamento de Industria, Innovación, Comercio y Turismo, pone en marcha una campaña de control de los taxímetros. Las delegaciones territoriales comprueban que los taxistas han cumplido con la verificación periódica obligatoria y que los datos extraídos de las mismas son correctos, así como que la documentación exigida (boletines) estén en regla.