Berlín. Al menos nueve personas murieron este fin de semana por las inundaciones que afectan al sureste de Alemania, el suroeste de Polonia y el norte de la República Checa tras las lluvias torrenciales provocadas por la borrasca Viola, que ha causado el desbordamiento de numerosos ríos.

Los responsables de protección civil de esos países confirmaron ayer el fallecimiento de tres personas en Alemania, otras tres en Polonia y tres mas en la República Checa, la mayoría de ellas arrastradas por las riadas, mientras se contabilizaron también varios desaparecidos.

Las más graves inundaciones desde 2002, cuando sólo en Alemania fallecieron 21 personas, en el triángulo fronterizo que forman los citados países remiten ya en algunas zonas, mientras las aguas crecen en su descenso por el Neisse hacia su desembocadura en el Oder y la vecina región de Brandeburgo.

La noche del sábado y ante la situación de emergencia, personal de protección civil procedió a la evacuación con botes hinchables de más de 2.000 personas en la localidad alemana de Zittau.

Algo más al norte y ante la crecida del río Neisse en su camino hacia su desembocadura en el Oder se procedió a la evacuación preventiva de los 280 residentes de una institución para minusválidos en la localidad de Rothenburg.

El nivel de las aguas alcanzó la madrugada del domingo más de 7 metros a su paso por la ciudad de Görlitz, donde en estas fechas el caudal del río Neisse no supera habitualmente 1,70 metros, alcanzando la mayor altura registrada desde que en 1912 se comenzara a medir.

Los tres muertos en Alemania, dos hombres de 74 y 63 años y una mujer de 72, perecieron ahogados en una vivienda de la región del Harz cuando se vieron atrapados en el sótano al tratar de salvar enseres de las aguas.

En la vecina Polonia, las aguas inundaron prácticamente la totalidad de la población de Bogatynia, de 18.000 habitantes.

El ministro del Interior polaco, Jerzy Miller, informó de la muerte de tres personas, que, según los medios locales, son dos mujeres y un bombero, todos ellos arrastrados por la riada cuando trataban de asegurar un dique de contención.

Las lluvias torrenciales provocadas por la borrasca Viola obligaron igualmente a suspender el tráfico ferroviario entre Alemania y la vecina República Checa tras la crecida igualmente del caudal del río Elba.

Los intensos aguaceros caídos en la República Checa desde el pasado viernes han causado, por el momento, tres muertos y han dejado incomunicadas numerosas localidades del norte del país.

El sábado se informó de las dos primeras víctimas, un hombre de 34 años en Lindava y un anciano de 83 años en Raspenav, todos ellos en las provincias norteñas de Liberec y Usti. La madrugada del domingo murió en la localidad de Dolní Libchav otro anciano junto a su casa.

Las autoridades alemanas subrayaron que la experiencia de las inundaciones de hace 8 años ha hecho que los responsables de protección civil estuviesen en esta ocasión mejor preparados en material y personal para afrontar la catástrofe.