laguardia. Algo más de dos años han tenido que esperar los promotores de la bodega Pagos de Leza entre los trámites burocráticos que exige cualquier construcción y los problemas específicos que planteaba el Plan Territorial Parcial de Rioja Alavesa. Al final, la ilusión que ha puesto en el proyecto la familia Santamaría López ha superado todas las trabas y la constructora que hará realidad el sueño de un nuevo centro turístico y vinícola ha anunciado que comenzará los trabajos a mediados de este mes.

Basándose en un proyecto de la ingeniero Jimena Ruiz de Landa, el grupo navarro ACR iniciará a mediados de agosto la ejecución de las edificaciones que conformarán la bodega y que también alojarán la nave de recepción de la vendimia, la elaboración y el almacenamiento de depósitos, la crianza, el almacén de producto terminado y embotellado y el área de administración y servicios.

Las nuevas instalaciones, situadas en el denominado paraje Campoluco del municipio alavés de Leza permitirán mejorar a Pagos de Leza los sistemas de elaboración y de las fases de almacenamiento, maduración y embotellado. Se trata de un edificio funcional que, ubicado dentro de una parcela de 45.000 metros cuadrados, contará con más de 3.000 metros construidos distribuidos en dos cuerpos rectangulares adosados. La planta semisótano, en forma de t, estará dedicada íntegramente al proceso industrial. La planta alta, en forma de l, albergará a su vez los servicios administrativos y representativos. Interiormente, la totalidad del conjunto se comunicará a través de un núcleo central de escaleras y una pasarela abierta.

Además, la bodega contará con una línea de embotellado para 1.500 botellas por hora y una capacidad de elaboración de hasta 500.000 kilos de uva. Desde el punto de vista de ahorro energético cabe destacar que a través de la colocación de placas solares y colectores térmicos solares se garantizará el suministro de más del 20% del consumo total.

La empresa que realizará la construcción cuenta con una amplia trayectoria en instalaciones industriales, entre las que destacan dos obras singulares del mundo vitivinícola: Bodegas Chivite, proyectadas por Rafel Moneo, y la ampliación de Bodegas Vega Sicilia, en la localidad vallisoletana de Valbuena de Duero, donde se actuó sobre más de 32.000 metros, incluyendo 16.000 de pavimentación con materiales nobles.

La bodega Pagos de Leza se desarrollará en dos fases. En primer lugar se acometerá lo que son las instalaciones vitícolas y todos los servicios de abastecimientos y aparcamientos que necesita la empresa. En una segunda etapa se llevará a cabo la puesta en marcha de un hotel de 28 habitaciones, restaurante y otros aditamentos para poder desarrollar un proyecto enoturístico en ese paraje singular.

Esta empresa, además, es la primera que se autorizó tras las modificaciones que solicitaron los alcaldes, junteros y empresarios para que el PTP de Rioja Alavesa -documento que ha de guiar el desarrollo urbanístico de la Cuadrilla- no fuera tan restrictivo, ya que en su redacción anterior impedía el desarrollo de proyectos vitivinícolas pequeños y medianos a causa de sus exigencias,

La nueva bodega mantendrá una estrecha relación con el Club de la Cepa, una entidad vinculada a la viña, el enoturismo y la gastronomía, que se puso en marcha en junio del año pasado en Laguardia. Su consejo está integrado por Juan Cangas Alonso como presidente, al que acompañan José Javier Eristu, Pedro Luis Elvira, Alberto Ortega Melón, y Alfredo Amestoy.